COLEGAS lanza una campaña de visibilidad lésbica en el mundo rural

La Confederación Española LGBT COLEGAS ha querido conmemorar el Día Internacional de las Mujeres Rurales que se celebrará mañana 15 de Octubre, con una Campaña de Visibilidad Lésbica en el Mundo Rural denominada “HAZTE VISIBLE. CAMBIA TU ENTORNO”.

En la 4ª Conferencia Mundial sobre la Mujer en Pekín en 1995, se sugirió que el 15 de Octubre se celebrara el “Día Mundial de la Mujer Rural” a fin de destacar el papel desempeñado por las mujeres rurales en el desarrollo rural. El Primer Día Internacional de las Mujeres Rurales se celebró el 15 de Octubre de 2008, tras la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas. España cuenta con casi 5 millones de mujeres que viven en zonas rurales, lo que representa el 15% de la población total española. Si calculamos un 8% de mujeres lesbianas, estaríamos hablando de casi unas 400.000 lesbianas que viven en zonas rurales en España.

La democracia y las políticas de desarrollo rural han logrado transformaciones muy importantes en la calidad de vida del mundo rural. Las mujeres rurales españolas han impulsado en los últimos años transformaciones muy positivas para mejorar su situación social y económica, perdiendo el miedo a la reivindicación de sus derechos y a denunciar las discriminaciones. No obstante las zonas rurales se mantienen más impermeables a algunos cambios sociales que sí han transformados la sociedad urbana en España, gracias a políticas de sensibilización, el debate social y en los medios de comunicación, pero sobre todo a la visibilidad tanto en la calle como en todos los ámbitos.

Los hombres gays han conseguido en cambio una enorme visilibidad y existen gays famosos y públicos en todas las esferas de la sociedad española. Sin embargo, las mujeres lesbianas tienen en la visibilidad su propio Talón de Aquiles, que si en el pasado les benefició ocultar sus relaciones de pareja ahora les pasa factura su poca presencia cotidiana. “Porque lo que no se vé, no existe, y lo que no existe no puede exigir derechos y respeto”.

En la medida en que en la sociedad actual y menos aún en el mundo rural, no se ha roto con la idea de sexualidad heterosexual y androcéntrica, las mujeres lesbianas cuando buscan referentes o modelos no los encuentran. De esta forma la homosexualidad femenina sigue siendo relegada tanto en la sociedad, como en los medios de comunicación, la cultura o incluso en los estudios sobre el tema, lo que no ocurre con la homosexualidad masculina.

Esta invisibilidad total provoca que haya mucho más desconocimiento e ignorancia en la sociedad acerca de las mujeres lesbianas, lo que provoca un círculo vicioso en las propias lesbianas empujadas a seguir ocultando su orientación sexual, o a vivirla de forma más secreta o discreta que los hombres gays.

Según varios estudios, esta invisibilidad de las mujeres lesbianas provoca una baja autoestima y problemas de sociabilización con su entorno fuera de su círculo íntimo. Vivir un secreto que parece excluir con prejuicios y discriminación, provoca soledad y hace bajar la autoestima, además puede provocar mayores problemas en hacer de su experiencia sexual algo positivo. Todo ello provoca ansiedad, una actitud defensiva y no asumir del todo su sexualidad.

“Desde COLEGAS hemos lanzado esta Campaña de Visibilidad Lésbica en el Mundo Rural, para sensibilizar a la población rural de que existen lesbianas en su entorno y que necesitan un mayor apoyo y comprensión. También es necesario un mayor compromiso y recursos por parte de las administraciones locales para mostrar esa visibilidad y ayudar a sus mujeres lesbianas. Pero lo más importante es que sean las propias mujeres lesbianas en el mundo rural las protagonistas del cambio de su entorno, con su paso adelante y su visibilidad. Desde COLEGAS queremos ayudarles a dar ese paso y apoyarlas en el mismo, porque no están solas”, ha declarado Rosa Ortega, vicepresidenta de COLEGAS.

“Queremos detener el novedoso proceso de «homosexilio» realizado por nuestros jóvenes gays y lesbianas, que emigran de las pequeñas ciudades y zonas rurales a los grandes núcleos poblacionales, a fin de vivir libremente su sexualidad sin la presión y los prejuicios de la familia y del entorno de amistades y vecinos. Para ello es necesario transformar y provocar un cambio de mentalidades y concienciación en la población de estas pequeñas ciudades y zonas rurales, gracias a más campañas de sensibilización, una mayor educación en tolerancia y respeto de la diferencia, y sobre todo mucha visibilidad y convivencia cotidiana normalizada”, finaliza Rosa Ortega.