Un juez federal suspende provisionalmente la ley que prohíbe las “terapias reparadoras” a menores en California

El juez federal William Shubb dictaminó el pasado lunes que la ley recientemente aprobada hace dos meses en California, por la cual se prohíben en el estado la aplicación de “terapias reparadoras” de la homosexualidad a menores de edad, colisiona con el derecho a la libertad de expresión, por lo que ha ordenado su suspensión temporal. Por el momento la decisión solo es aplicable a tres casos concretos.

Shubb opina en su auto que los riesgos derivados de estas prácticas, calificadas por la Organización Mundial de la Salud de “peligrosas y abusivas” son menos importantes que los derechos de los psicólogos y psiquiatras que quisieran aplicarlas. Con la legislación aprobada, que entrará en vigor a principios de 2013, cualquiera de estos profesionales que llevaran a cabo “terapias reparadoras” en menores de edad se enfrenta a perder su licencia médica. La argumentación del juez es que, si bien la ley está pensada “principalmente para regular conductas, también se extiende a formas” de “terapias de conversión” “que utilizan el discurso y, como mínimo, regula conductas que inciden en el discurso” (motivo por el cual en su opinión la ley entra el conflicto con el derecho a la libertad de expresión que protege la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos). Shubb también restó importancia al hecho, ampliamente aceptado, de que dichas “terapias” pueden conducir al suicidio, tachándolo de “estudios discutibles y científicamente cuestionables”.

La decisión judicial solo exime de la prohibición, por el momento, a tres demandantes: un psiquiatra, un terapeuta de familia y un aprendiz de orientador especializado en personas descontentas con su sexualidad, pero el proceso sigue adelante y dado lo sucedido parece razonable pensar que acabará dando lugar a una sentencia de inconstitucionalidad, al menos en este primer nivel nivel de la justicia federal. Shannon Minter, directora del Centro Nacional de Derechos Lésbicos, confía sin embargo en que los tribunales juzguen que la ley “no difiere fundamentalmente de otras muchas que regulan a los profesionales de la salud para proteger a los pacientes”.

Como explicábamos en dosmanzanas, la ley argumenta que tener una orientación sexual lesbiana, gay o bisexual no es una enfermedad, y que de acuerdo a la evidencia científica ninguna terapia se ha mostrado efectiva para cambiar la orientación sexual de una persona, pudiendo resultar además peligrosas. Los riesgos incluyen depresión, ansiedad y comportamiento autodestructivo. La ley se refiere también a la postura contraria a este tipo de “terapias” de organismos como la Asociación Médica Americana, la Asociación Americana de Psicología, la Asociación Americana de Psiquiatría, La Asociación Nacional de Trabajadores Sociales, la Asociación Americana de Counseling, la Academia Americana de Pediatría o la Asociación Americana para la Terapia Matrimonial y de Familia.

La ley fue aprobada en agosto por la legislatura de California, de mayoría demócrata. Numerosos legisladores republicanos se opusieron, argumentando que supone una intromisión en la libertad de los padres para educar a sus hijos, pero finalmente la Asamblea la aprobó por 52 votos contra 22, mientras que el Senado lo hizo por 23 contra 13. California se convirtió así en el primer estado de Estados Unidos que prohíbe por ley este tipo de manipulaciones a menores.