La carta de un adolescente gay «como última alternativa al suicidio» reactiva el debate sobre los derechos LGTB en Italia

La aprobación de una ley contra la homofobia y el reconocimiento de algunos derechos a las parejas del mismo sexo podría estar más cerca en Italia después de la gran repercusión que ha tenido la publicación por La Repubblica de una carta de Davide Tancredi, un adolescente gay de 17 años que refería haberla escrito como «única alternativa al suicidio». El texto ha removido conciencias, hasta el punto de que la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, le ha respondido invitándole a un encuentro. Una carta que en cualquier caso pone de manifiesto el atraso que vive Italia en cuanto a la aceptación plena de la diversidad sexual, incluso entre la propia comunidad LGTB: «no todo el mundo tiene la suerte de haber nacido heterosexual», es una de las ideas centrales de la carta…

El joven Tancredi escribió su carta como reacción al suicidio en la catedral de París del ultraderechista Dominique Venner, del que informamos hace unos días, en el contexto de la protesta contra el matrimonio entre personas del mismo sexo en Francia, y que ha tenido un eco muy grande en Italia. El colectivo neofascista Casapound, por ejemplo, le ha rendido honores en diversas ciudades con pancartas en las que se ha referido a él como «samurái de Occidente». El adolescente aprovecha la muerte de Venner para hacer una reflexión sobre el suicidio y plantear su propia carta como una última alternativa a su propio suicidio «en una sociedad troglodita, en un mundo que no me acepta pese a que he nacido así». Davide Tancredi recuerda el atraso de Italia en materia de reconocimiento de las parejas del mismo sexo respecto a los países de su entorno y pide que se produzcan avances. «No pido al Parlamento que haga una ley de matrimonio gay, no soy tan temerario, pero al menos pido ser escuchado», afirma. También solicita que se apruebe una ley contra la homofobia.

La carta del adolescente desencadenó todo un rosario de reacciones de solidaridad en redes sociales y numerosas respuestas entre la clase política, además de la ya mencionada de la presidenta de la Cámara de Diputados. Entre ellas las Sandro Bondi y Giancarlo Galan, dos políticos del PdL (Pueblo de la Libertad, el partido de Silvio Berlusconi, que gobierna en coalición con el Partido Democrático), que se han manifestado a favor del reconocimiento de los derechos LGTB. Bondi ha llegado a declarar que la aprobación del matrimonio civil entre personas del mismo sexo, apoyado en otros países por cristianos como Barack Obama, no tendría por qué ser necesariamente «un escándalo», y Galan ha propuesto incluso un proyecto de ley de uniones civiles que otorgaría a las parejas del mismo sexo derechos similares al matrimonio, excluyendo eso sí la adopción. Otros miembros del PdL, en cambio, se han mostrado mucho menos entusiastas.

La carta de Davide Tancredi ha recibido también críticas, algunas de ellas desde el ámbito LGTB, en tanto que mantiene un tono hasta cierto punto vergonzante («no todo el mundo tiene la suerte de haber nacido heterosexual», afirma el joven) y asume como natural el hecho de que Italia, como país católico, mantenga la discriminación de las personas LGTB en el acceso, por ejemplo, al matrimonio civil. «Querido David, eres afortunado por haber nacido gay. De la misma forma que son afortunadas todas las personas homosexuales, bisexuales y trans, todas ellas muestra de una realidad diversa a la de la mayoría, que enriquece y hace mejor la sociedad en la que vivimos. Y de esto debes sentirte orgulloso. Nuestra desgracia es más bien el hecho de vivir en un país que se niega a comprender la belleza del amor cuando este amor se da entre dos hombres o dos mujeres», ha respondido, por ejemplo, el colectivo Arcigay.

Tancredi, entrevistado por La Repubblica tras la intensa reacción que ha suscitado su carta, ha afirmado que no la esperaba y que en cualquier caso él no pretende erigirse en representante de ningún grupo. Es innegable, pese a las reservas que algunos aspectos del texto merecen, que al menos ha reavivado un debate político del que ojalá salgan consecuencias positivas. En próximas entradas profundizaremos sobre cual es el momento político que vive en la actualidad Italia, muy en especial en relación a los derechos LGTB.

Intento de suicidio en Roma

Mientras todo esto sucede, continúan produciéndose muestras de homofobia y discriminación en Italia. Especialmente dramático ha sido el intento de suicidio, precisamente, de otro adolescente de 16 años. El muchacho, de origen rumano, ha intentado quitarse la vida lanzándose por una ventana del instituto técnico al que acude a clase.

Afortunadamente un coche amortiguó la caída y pese a sufrir diversas lesiones su vida no corre peligro. Sus compañeros afirman que el muchacho estaba harto del acoso y de las humillaciones que recibe de su propio padre, que no acepta su homosexualidad.