"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

Tibieza y condescendencia de los presidentes del COI y la Asociación Internacional de Atletismo con la homofobia de estado en Rusia

La polémica en torno a un hipotético boicot a los Juegos de Sochi en respuesta a las políticas homófobas del estado ruso, sobre la que llevamos días informando, continúa dando titulares. Especialmente llamativas nos han resultado las declaraciones de dos importantes personalidades del mundo olímpico: el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, prefiere esperar a una «mejor traducción» de la ley que castiga la que Rusia ha dado en llamar «propaganda homosexual», mientras que el presidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), Lamine Diack, directamente aseguraba que se trata de una ley «que hay que respetar».

Como ya hemos informamos en anteriores entradas, tanto el COI como la IAAF han mostrado su preocupación y han pedido que tanto los recién inaugurados Campeonatos Mundiales de Atletismo de Moscú como los Juegos de Sochi transcurran libres de discriminación. Pero las declaraciones de sus mandatarios no dejan de moverse, en el mejor de los casos, entre dos aguas. El pasado viernes, el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, concedía unas declaraciones precisamente en Moscú en las que afirmaba que «no puedo decir nada específico, hay dos párrafos que no comprendemos. No es una cuestión de fondo, sino de traducción». «Una vez que hayamos comprendido la ley intentaremos ver si se ajusta a la Carta Olímpica, que dice que no puede discriminarse a nadie por raza, sexo u orientación sexual. Los Juegos deben estar abiertos a todos. Nuestra posición es clara, pero queremos una mejor traducción antes de poder comentarlo», añadía.

Si -siendo benévolos- las declaraciones de Rogge podrían entenderse como una forma de salir del paso ante las preguntas de los periodistas en un momento y lugar especialmente delicados, las palabras del presidente de la IAAF, Lamine Diack, eran claramente condescendientes con la posición rusa, al afirmar que «Rusia tiene sus leyes, y cada atleta tiene su vida privada, no haremos llamamientos a nadie sobre esto o aquello. Esta ley hay que respetarla. Nosotros estamos aquí para celebrar los campeonatos del mundo y no espero que haya ningún problema ni estoy preocupado en absoluto».

Resulta difícil entender la tibieza de estos mandatarios deportivos teniendo en cuenta que las leyes rusas, que prohíben informar de manera positiva de homosexualidad si la información puede alcanzar a menores, ya están afectando a ciudadanos rusos y a extranjeros, deportistas o no. En la práctica, a día de hoy resulta imposible combatir el acoso homofóbico en las escuelas o los crímenes de odio (que como bien hemos sabido van en aumento), así como conmemorar públicamente el Orgullo LGTB, el Día Internacional contra la Homofobia u otras manifestaciones semejantes.

Obama y Cameron, poco favorables a un boicot a Sochi

Por lo que se refiere al mundo político, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intentaba el pasado viernes rebajar algunos grados la tensión al respecto afirmando que él no era partidario del boicot. «No creo que sea apropiado boicotear los Juegos. Hay muchos estadounidenses que están entrenando duro, que van a hacer todo lo posible por tener éxito», afirmaba.

Obama, eso sí, insistía en las declaraciones que hacía días antes, cuando  afirmaba que «la mayoría de los países participantes no toleraríamos que los gays y lesbianas fuesen tratados de forma distinta». «Nadie está más ofendido que yo por algunas de las leyes contra gays y lesbianas que estamos viendo en Rusia», aseguraba el viernes, añadiendo que «una de las cosas que deseo es que quizá haya deportistas gays y lesbianas que traigan a casa un oro, una planta o un bronce». «Y si Rusia no tiene deportistas gays o lesbianas, tendrán un equipo más débil», añadía:

En Reino Unido, David Cameron respondía directamente a través de Twitter al actor, escritor y presentador de televisión Stephen Fry, que como también mencionamos hace unos días dirigió una carta abierta al primer ministro y al presidente del COI, entre otros, exhortándolos a celebrar los próximos Juegos de Invierno fuera de Rusia. «Gracias por su escrito @stephenfry. Comparto su gran preocupación por el abuso hacia las personas gays en Rusia. Sin embargo, creo que la mejor forma de desafiar los prejuicios es que estemos presentes, en lugar de boicotearlos, en los Juegos de Invierno», respondía Cameron.

Precisamente ante la residencia oficial de David Cameron se concentraban este sábado varios cientos de manifestantes para pedir al Gobierno del Reino Unido una mayor firmeza contra Rusia a la hora de denunciar sus leyes homófobas.

Os dejamos con un reportaje de Sky News (en inglés) que muestra imágenes de la protesta:

Comentarios
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