Etiopía podría convertir la homosexualidad en un delito sin posibilidad de indulto

De nuevo malas noticias desde África. La ola de homofobia que ha provocado el endurecimiento de la legislación contra los ciudadanos LGTB en Nigeria y Uganda se extiende a Etiopía, donde el Gobierno habría dado su visto bueno a un proyecto de ley para hacer de los actos homosexuales un delito no sujeto a indulto en ningún caso.

Según la página web estadounidense LGBTQNation, que cita fuentes locales, el Consejo de Ministros etíope aprobó y envió al Parlamento para su tramitación la Ley de Indultos y Amnistía, que incluye a la homosexualidad como infracción sin posibilidad de indulto, junto a delitos como la corrupción, el tráfico de seres humanos, la violación o el terrorismo. La votación podría producirse la próxima semana y tiene, según estas fuentes, muchas probabilidades de prosperar. Un activista y bloguero local se lamentaba de la “ignorancia” del Gobierno etíope. “El resto del mundo está descriminalizando la homosexualidad, porque se están dando cuenta de que la orientación sexual es también un derecho humano básico”, afirmaba. “Es muy preocupante que Etiopía se salga de esta conciencia global”.

La situación de las personas LGTB en Etiopía, el segundo país más poblado de África, ya es muy complicada en la actualidad. Un portavoz de la organización Rainbow Ethiopia declaró, desde el anonimato, que las penas por mantener relaciones con personas del mismo sexo, que pueden llegar a los 15 años de cárcel, son ampliables hasta los 25 años si se produce una infección por VIH. Además, el activismo es una actividad de alto riesgo en el país africano, donde las organizaciones que reciban más de un 10% de su financiación desde el extranjero tienen prohibida la promoción de la igualdad y los derechos humanos.

Como en los otros países que están recrudeciendo la persecución homófoba, en Etiopía la religión también juega un papel central. Dos tercios de la población profesan el cristianismo (principalmente ortodoxos etíopes), frente a un tercio de musulmanes. En dos ocasiones hemos informado en dosmanzanas de sendos encuentros celebrados en la capital, Adís Abeba, con el objetivo de instilar el miedo a las “desastrosas consecuencias” de la homosexualidad: en mayo del año pasado y en junio de 2012. En ambos participaron líderes políticos y religiosos, algunos de los cuales instaron a los legisladores a endurecer los castigos por mantener relaciones con personas del mismo sexo incluso hasta llegar a la pena de muerte. Según una encuesta de 2007, el 97% de los etíopes rechaza la homosexualidad.