"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

Laurence Hicks habla, por primera vez, de su relación con el jugador de rugby Sam Stanley

Laurence Hicks y Sam StanleyEl británico Sam Stanley se convertía en agosto en el primer jugador nacional de Rugby Union en salir públicamente del armario. Sin embargo, durante semanas Stanley estuvo subiendo fotografías con su actual pareja a su perfil en Instagram, antes de conceder al diario británico The Sunday Times la entrevista en la que confesaba su orientación sexual. Pero, salvo esas fotografías en las que ambos aparecían juntos, poco sabíamos hasta ahora del novio de Stanley. Eso sí, solo hasta ahora.

Dosmanzanas ha conseguido entrevistar en exclusiva a Laurence Hicks, que nunca antes había hablado sobre su relación con el jugador de rugby para un medio de comunicación. Hicks accede a charlar con nosotros; eso sí, me pide consultarlo antes con su pareja. Lejos de poner impedimentos, Stanley accede y, además, decide participar del encuentro junto a Hicks.

Laurence tiene 58 años, dos hijos veinteañeros y es un amante del rugby y los viajes. No en vano, trabaja como director general de la compañía de viajes Wendy Wu Tours. Es más, lleva casi treinta años dedicándose al sector de viajes y turismo. Asegura que ama a Sam y que este hace su vida “completa”.

Dos Manzanas: Tengo entendido que comenzasteis a salir juntos hace unos cinco años. ¿Cómo os conocisteis?

Laurence Hicks: Nos conocimos a través de Internet, en el verano del 2000 y, después de descubrir que vivíamos bastante cerca el uno del otro, un día decidimos quedar.

D.M.: Durante un tiempo, mantuvisteis vuestra relación en secreto. ¿Cómo lograsteis manejar la situación?

L.H.: Yo acababa de salir de mi matrimonio, una relación de veintidós años, y estaba encontrando mi camino, mientras que Sam estaba firmemente en el armario y le preocupaba que sus compañeros pudieran vernos juntos y hacer preguntas. Por eso, nuestras citas y encuentros tenían lugar, generalmente, siempre bien lejos de donde vivíamos y fuera del ojo público. Yo estaba menos preocupado por ser visto junto a él que Sam, pero entendía la difícil posición en que se encontraba.

D.M.: ¿Cuándo decidís entonces hacer ‘pública’ vuestra relación?

L.H.: La entrevista con el Sunday Times fue la primera vez que Sam fue capaz de mostrarse abierto con respecto a nuestra relación y declarar públicamente su amor por mí. La inevitabilidad de que su historia se extendiese a mis redes sociales significó que todos mis familiares y amigos que no eran conscientes de nuestra situación quedasen informados de ello. La mayor parte de la expresión de mi amor por Sam se hizo verbalmente en el diálogo con la gente.

D.M.: ¿Desde cuándo está usted fuera del armario?

L.H.: Aparte de mi ex mujer e hijos, que fueron las primeras personas con las que salí del armario, no estaba fuera para nadie más que para mi mejor amigo de la infancia, al que conozco desde que tenía cinco años. Una vez que me fui de casa hace unos cinco años, encontré gradualmente el coraje para decirle a unos cuantos familiares y amigos cercanos que era gay. Una vez que Sam salió del armario con sus compañeros del England Sevens y una selección de amigos cercanos a través de whatsapp, decidí ampliar rápidamente el círculo a aquellos colegas y compañeros de trabajo que sentí que debían saber que era homosexual.

D.M.: ¿Alguna vez ha experimentado algún episodio homofóbico?

L.H.: Nunca he experimentado personalmente la homofobia aún, pero lo asocio a que llevo poco tiempo completamente fuera del armario. No me cabe duda de que mi momento vendrá, puesto que todavía hay personas dentro de la sociedad que son intolerantes con la diversidad.

D.M.: Sam, ¿qué se siente al convertirse en el primer jugador nacional de Rugby Union en salir del armario?

Sam Stanley: Realmente, nunca tuve eso en cuenta la primera vez que pensé en hablar con Stephen Jones, del Sunday Times. Me siento honrado por el hecho de que la gente se haya tomado la molestia de mostrarme su apoyo y creo que ahora tengo la oportunidad de devolverlo. Mi intención principal era obviamente esa, así que no tuve que mentir más, sino más bien tratar de inspirar a otros y demostrar que puedes ser quien eres, mientras que sigues haciendo aquello que amas.

D.M.: ¿Y desde cuándo supiste que eras gay?

S.S.: Me di cuenta cuando tenía unos diez u once años. En ese momento, sin embargo, estaba probablemente con el cerebro lavado y pensaba que todo el mundo era heterosexual, y que había que casarse con una mujer y luego tener hijos. Este punto de vista me volvió inseguro y siempre cuestioné los pensamientos que estaba teniendo sobre mí mismo. En cuanto a decírselo a mis padres o hermanos, nunca pasó del todo por mi mente hasta que estuve completamente cómodo con quien yo realmente era.

D.M.: ¿Has tenido alguna novia entonces?

S.S.: Realmente, sí que tuve una novia, a quien todavía amo y que es mi mejor amiga a día de hoy. Ella fue un gran apoyo y me ha ayudado con todo lo que he pasado en estos últimos años. Nunca salí con ella para así no tener que decir nada a mis padres, sino más bien quizás porque yo no estaba a gusto con la persona que era. Pensé que no podía ser gay.

D.M.: Existe una diferencia de edad de treinta y cinco años entre vosotros. ¿Os planteasteis en algún momento que esto pudiera suponer un problema para alguno de los dos?

L.H.: Sam siempre se ha sentido atraído por hombres mayores que él y yo siempre he sentido atracción por los chicos más jóvenes, ¡así que imagino que nuestro encuentro fue fortuito para ambos! La diferencia de edad nunca ha sido un problema para alguno de nosotros. Sin embargo, no somos ingenuos y sabemos del recelo de otras personas sobre nuestra diferencia de edad y de la montaña que tenemos que escalar para demostrar a la gente que la edad es simplemente un número en el amor.

D.M.: ¿Cómo se lleva lo de ser una persona gay en el mundo del deporte en Reino Unido hoy día?

L.H.: Bueno, yo no soy un profesional de los deportes, así que realmente no lo sé. Sin embargo, he visto desde la barrera como toda la ‘familia’ de rugby ha estado con Sam. Incluso con mi limitado conocimiento general de este tipo de deportes, no puedo imaginarme ninguna otra comunidad deportiva que abarque la diversidad sexual que tiene el rugby.

D.M.: En España, aún no hemos logrado que un jugador profesional de fútbol salga del armario. Nuestros futbolistas son ídolos de masas y, para muchos jóvenes, el espejo en que mirarse. Sin embargo, la homosexualidad suele seguir siendo un gran tabú en el sector. ¿Por qué cree que esto sucede?

L.H.: La Selección española de fútbol es un equipo increíble y, quizás, pueda ser que no haya ningún hombre gay en el equipo actual. Todavía diría que hay mucho que hacer en el fútbol para combatir la homofobia. Un jugador de clase alta, sin duda, ayudaría y podría inspirar a otros, pero es una decisión tan personal que nadie debería ser presionado para salir del armario.

D.M.: ¿Habéis pensado en casaros?

L.H.: El matrimonio o la unión civil en el futuro es algo sobre lo que hemos discutido juntos y es algo que podría suceder perfectamente cuando sintamos que es el momento adecuado. Yo ya tengo dos hijos adultos, pero reconozco que Sam podría desear experimentar la paternidad en algún momento en el futuro. Cuando eso se convierta en un problema principal, exploraremos todas las opciones apropiadas para una pareja gay con una diferencia de edad como la nuestra.

D.M.: ¿Dirías que ha mejorado la relación con tus compañeros de equipo, Sam?

L.H.: Me siento mucho más cómodo ahora que todo está ahí fuera y todo el mundo sabe. Esto me ha permitido tener conversaciones abiertas con algunos y no preocuparme por la mentira. Es una gran sensación para mí el poder ser capaz de hacer eso finalmente.

D.M.: ¿Qué proyectos de vida en común tenéis?

L.H.: Nosotros seguimos con nuestras vidas, como una pareja normal, disfrutando al máximo de nuestro tiempo juntos, tanto como nos es posible. Tenemos una casa en Sicilia, que está siendo reformada ahora y que ha ‘inspirado’ a Sam para aprender italiano. Y, siempre que sea necesario, Sam estará apoyando a la comunidad LGBT.

 

Comentarios
  1. Despotorramiento feroz

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