Arcópoli pide que se investigue si Koke, jugador del Atlético de Madrid, llamó «maricón» a Cristiano Ronaldo sobre el terreno de juego

Este lunes nos despertábamos con lo que algunos incluso calificaban de «salida del armario» de Cristiano Ronaldo, que según recogía el programa Tiempo de juego de la cadena COPE le respondió a Koke, centrocampista del Atlético de Madrid: «maricón, sí, pero con mucha pasta, cabrón» después de que el primero le llamase «maricón». La noticia corría como la pólvora en redes sociales y daba lugar a todo tipo de comentarios. No seremos nosotros los que entremos a valorar la respuesta del delantero del Real Madrid, que sinceramente consideramos irrelevante a la luz del contexto en el que se habría producido. Pero sobre todo no creemos que deba alejarse el foco de lo que realmente importa: que la homofobia sigue estando a la orden del día en los estadios de fútbol españoles, sin que a las autoridades competentes parezca importarles demasiado. 

Lo que narraba este domingo la cadena COPE no era otra cosa que una conversación que tuvo lugar en el vestuario visitante del estadio Vicente Calderón tras el partido celebrado el pasado sábado entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, que acabó con el resultado de 0-3 y en el que Cristiano Ronaldo y Koke tuvieron una agarrada. Reproducimos la conversación tal y como la narraron en el programa Tiempo de juego (puede escuchar aquí el audio):

• «Koke me ha llamado maricón», asegura Cristiano Ronaldo a un compañero.
• «¿Qué?», le responde este.
• «Eres un maricón, me ha dicho», añade Cristiano Ronaldo.
• «Eso te ha dicho?», le dice su compañero.
• «Yo le he dicho a él: si nos encontramos por Madrid ya verás lo que voy a hacer», le responde Cristiano Ronaldo.
• «¿Qué le vas a hacer?», le pregunta su compañero.
• «Nada, ¡qué voy a hacer!», le responde Cristiano Ronaldo.
• En ese momento, entra otro jugador en la conversación. «¿Pero quién ha sido ese?», pregunta.
• «Koke, me llamó maricón. Y yo le he dicho: un maricón, sí, pero lleno de pasta, cabrón», le responde Cristiano Ronaldo. Posteriormente añade: «A mí me llamaba maricón, y los tres años [haciendo un sonido con el puño de una mano sobre la palma de la otra] querer ganar a la BBC con el culito en la Champions», haciendo referencia a pasados intentos del Atlético de Madrid de querer ganar al Real Madrid, en una especie de lenguaje en clave cuyo código desconocemos.

Hasta ahí lo que tiempo de juego revelaba este domingo.

En definitiva, y repetimos que sin entrar a valorar la respuesta de Cristiano Ronaldo: una vez más la estrella del Real Madrid habría recibido insultos de carácter homófobo. No es la primera vez, como ya hemos recogido en alguna ocasión anterior. Hace unos meses era el Observatorio Español contra la LGBTfobia (StopLGTBfobia) la que denunció estos insultos ante la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. El detonante de la denuncia fueron los gritos de «Cristiano maricón” que pudieron escucharse durante el minuto de silencio que se guardó entonces por el fallecimiento de Johan Cruyff  durante otro partido de liga entre el F.C. Barcelona y el Real Madrid.

Pero aquellos no fueron, ni mucho menos, los primeros insultos homófobos que recibía Cristiano Ronaldo, continuo objeto de seguimiento y especulaciones respecto a su orientación sexual en medios de comunicación y redes sociales. Imágenes en las que se le ve en actitud cariñosa con algunos de sus amigos (y muy especialmente con el campeón de kick-boxing holandés de origen marroquí Badr Hari, que incluso bromeó sobre su supuesta relación en Twitter y colgó la ya famosa fotografía en la que lo sostenía en brazos), así como el ser cabeza de una familia monoparental han dado lugar a todo tipo de especulaciones, muchas de ellas -si no la inmensa mayoría- malintencionadas.

“Es evidente el uso de la orientación sexual como arma arrojadiza con el objetivo de degradar, despreciar e insultar. Ya en el pasado otros jugadores ya fueron acosados e insultados por el mismo motivo como Guti, Guardiola o Michel, sin que antes ni ahora se haya actuado para terminar con esta lacra de la homofobia en el deporte rey en España”, afirmaba en aquella ocasión el director del citado observatorio, Paco Ramírez. A día de hoy, no hemos tenido noticia de que aquella denuncia tuviera alguna consecuencia real.

Arcópoli pide que se investiguen los insultos

En esta ocasión es el colectivo madrileño Arcópoli el que pide a la Liga de Fútbol Profesional que investigue lo sucedido. «Exigimos una investigación ante los insultos homófobos para que no haya impunidad. Hemos solicitado por escrito esta misma mañana a la Liga de Fútbol Profesional que elabore un informe y que sea enviado a la Comisión Antiviolencia en el Deporte, de forma que, en el caso de que pueda ser corroborada la versión de Cristiano, el jugador rojiblanco [Koke] sea sancionado», asegura el comunicado de Arcópoli.

«Arcópoli ya ha señalado en varias ocasiones que el jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo lleva sufriendo acoso homófobo en diferentes campos de fútbol durante la celebración de partidos de liga, ante la impunidad de los responsables de los estadios. Esto viola la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y la situación no puede continuar. Ni futbolistas ni clubes parece que le dan importancia a un fenómeno que fomenta los delitos de odio hacia el colectivo LGTB y daña la dignidad de cualquier futbolista que no sea percibido como heterosexual por las aficiones. En este caso no ha sido la afición, sino un compañero (siempre según lo narrado por la cadena COPE) quien ha insultado gravemente al futbolista blanco, a quien queremos transmitir todo nuestro apoyo y cariño», añade el texto.

El coordinador de Arcópoli, Yago Blando, ha reclamado «mayor implicación de clubes, de la Liga de Fútbol Profesional y de la Real Federación Española de Fútbol para acabar con la situación de impunidad ante la homofobia presente en los campos de fútbol y que lleva a que este deporte siga siendo uno de los espacios menos seguros para quien no sea o no se perciba como heterosexual, ante el silencio de todos, instituciones y compañeros».