"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

El Tribunal Constitucional de la República Checa reconoce la paternidad en parejas del mismo sexo cuando ha sido reconocida en el extranjero

Importante decisión del Tribunal Constitucional de la República Checa, conocida este lunes 24 de julio. El más alto intérprete de la Constitución checa ha dictaminado el reconocimiento de la paternidad para los dos miembros de una pareja del mismo sexo cuando esta se encuentra reconocida en el extranjero. Se da así un paso más en la equiparación progresiva de las parejas de igual o distinto sexo en el país centroeuropeo.

La República Checa debe reconocer la paternidad de los dos miembros de una pareja del mismo sexo si esta ya se encuentra validada en otro país, de la misma forma que sucede con las parejas de distinto sexo. Es el dictamen del Tribunal Constitucional checo. La decisión se produce tras el recurso de una pareja formada por un ciudadano checo y un ciudadano danés, quienes contrajeron matrimonio en Estados Unidos y han sido padres por gestación subrogada en California. Al estar este procedimiento legalizado allí, los dos padres están reconocidos como tales en el estado norteamericano. Sin embargo, cuando quisieron que su paternidad conjunta fuera reconocida en República Checa, se encontraron con una sentencia adversa del Tribunal Supremo. Afirmaba entonces este otro tribunal que dicho reconocimiento iba contra el orden legal checo, dado que en ese país no es posible la paternidad conjunta de parejas del mismo sexo ni tampoco la adopción por parte de la pareja del mismo sexo cuando el otro miembro es padre biológico.

Ante ello, apelaron al Tribunal Constitucional, y este ahora con su decisión envía de vuelta el asunto al Tribunal Supremo, ahora con la obligación de encontrar vías para el reconocimiento de su paternidad.

Esta sentencia se suma a otras anteriores que iban también en la línea de la progresiva equiparación. Ya en 2015, un juez de Prostějov (Moravia) reconoció la paternidad conjunta de una pareja de francés y checo sobre sus hijos adoptados (también en Estados Unidos). Ese mismo año, el Tribunal Supremo reconoció los dos hijos de otra pareja del mismo sexo. En este caso, sin embargo, el que se ha pronunciado es el Tribunal Constitucional, que al igual que en España es intérprete del ajuste de las leyes a la Constitución, por lo que esta sentencia tendrá repercusiones previsiblemente más amplias.

También fue el Tribunal Constitucional, por cierto, el que hace poco más de un año levantó la prohibición de adoptar niños de forma individual para las personas que conviven en una unión civil (posible para parejas del mismo sexo). Si bien el fallo no abrió la adopción conjunta a las parejas del mismo sexo, el Gobierno checo ya estudia una ley para permitir la adopción de los hijos del compañero o compañera del mismo sexo (la conocida en inglés como step-child adoption).

Volviendo a la sentencia conocida esta semana, aunque importante, sigue dejando fuera la realidad homoparental de muchas familias. Como el Tribunal Supremo señalaba, la paternidad conjunta y la adopción del hijo o hija del cónyuge no están permitidas dentro del país. Con esta sentencia del Constitucional se hace posible el reconocimiento solo para quienes estén reconocidos en el extranjero, pero permanece inaccesible para quienes tengan hijos dentro la misma Chequia o en otros países que no reconozcan esta paternidad conjunta. Una diferencia que plantea una paradoja legal, que solo se podría resolver reconociendo la paternidad o maternidad conjuntas para todas las parejas del mismo sexo.

Una situación relativamente mejor dentro del antiguo bloque soviético

Por lo demás, esta sentencia es significativa dado el contexto del país en el que se produce. La República Checa forma parte del antiguo bloque del Este, pero su sociedad demuestra unos niveles de homofobia significativamente menores que los de otros países de la zona (con la excepción, posiblemente, de la república exyugoslava de Eslovenia). El principal freno a la igualdad, en el caso checo, no viene tanto de la población como de la falta de voluntad de los partidos políticos.

En este sentido, desde hace unos meses hay en marca una campaña a favor del matrimonio igualitario que busca movilizar a políticos y sectores de la sociedad civil. Lleva por título “Jsme fér” (“somos justos” o también “jugamos limpio”) y cuenta con página web y perfiles en redes sociales, como Facebook, Twitter, Instagram y YouYube. Un momento fuerte de esta campaña será la celebración del Orgullo en Praga, el Prague Pride, que tendrá lugar entre 6 y el 13 de agosto, con la manifestación el sábado 12.

Esperemos que los esfuerzos del activismo den su fruto y la igualdad jurídica plena acabe llegando a República Checa, lo cual marcaría un hito sobre todo de cara a países cercanos por historia o cultura pero en los cuales la situación es mucho menos prometedora, como Polonia, Eslovaquia o Hungría.

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