El colectivo «Y a tí qué?» de Ceuta matiza su postura sobre la situación en Marruecos

El viernes nos hacíamos eco de unas controvertidas declaraciones de Jose María Guerra, del colectivo ceutí de gays y lesbianas «Y a ti qué?», sobre la situación de las personas LGTB en Marruecos, en las que se vertían críticas al colectivo marroquí Kif-Kif. Estas declaraciones desencadenaron la indignación de Samir Bargachi, coordinador de Kif-Kif y al mismo tiempo coordinador de relaciones internacionales del colectivo español Colegas. Tras la polémica suscitada, «Y a tí qué?» ha querido matizar y aclarar su postura en «El Faro de Ceuta», el mismo medio en el que aparecieron las declaraciones.

Lo primero en lo que insiste «Y a tí qué?» es en que «el ámbito de nuestras actuaciones y actividades se desarrolla en la Ciudad Autónoma de Ceuta. Es por la cercanía con Marruecos el hecho de que contamos en nuestras filas con personas que viven en Marruecos y son marroquíes que conocemos el día a día de nuestros vecinos».

Respecto a la situación en Marruecos, el texto señala que allí la homosexualidad es ilegal no ahora, sino desde 1962. «Más que por la legislación por la religión, la homosexualidad es tabú en Marruecos. No se habla de ella, tanto que salvo cuestiones muy evidentes se prefiere mirar para otro lado, se evita. Esto da cierto ‘campo’ a los gays principalmente (las lesbianas están más invisibilizadas) para poder desarrollar una tímida actividad. Podemos decir que hay “ambiente” en Marruecos, en las grandes ciudades, ahí está y es un hecho conocido por todos. Se producen lamentablemente, detenciones, agresiones, etc., también decir que no hay una persecución masiva, lo peor de allí y aquí entre la población musulmana es que una vez se conoce la condición sexual de una persona se le condena al aislamiento».

Para «Y a ti qué?» el hecho de que ahora salte el tema a la prensa se relaciona con que «durante los últimos años se han ido produciendo acontecimientos que refuerzan la apertura en cuanto a muchas situaciones de desigualdad que traen como causa el mayor contacto de la población marroquí con la sociedad europea y occidental: el reconocimiento de violación de derechos humanos por parte del Reino de Marruecos en etapas pasadas, la articulación de medidas en pro de la igualdad de la mujer y su protección, los esfuerzos en materia de prevención del VIH, y ya dentro de nuestro ámbito la aparición en las universidades de organizaciones como Kif-Kif, y hechos como la celebración de bodas entre dos hombres en Casablanca y Alcazarquivir». La asociación continúa: «a esto hay que unir un hecho reciente: la visita por parte de representantes de la organización Colegas a Marruecos dándosele una excesiva cobertura mediática. Actuación que respetamos aunque no compartimos. En nuestra opinión no se trata de hacer visitas oficiales, sino de ayudar a las y los marroquíes en muchas cosas, en el día a día, y principalmente a que ellas y ellos luchen por su libertad e igualdad».

Por lo que se refiere al colectivo Kif-Kif, señala que «queremos desde aquí hacer un reconocimiento a la asociación Kif-Kif y especialmente a todos y todas los que trabajan por los derechos humanos en Marruecos. Destacar su valentía ya que las circunstancias les son adversas en muchos aspectos».

Precisamente a este respecto, Kik-Kif ha denunciado en un comunicado de prensa el ataque sufrido en su página web por parte de un hacker islamista que colocó en portada la imagen de varios hombres ahorcados y soflamas contra la homosexualidad escritas en árabe.