Las últimas encuestas ante el referéndum de Maine arrojan un empate entre los partidarios de la discriminación y los de la igualdad

La última encuesta de opinión sobre el referéndum que el próximo 3 de noviembre decidirá si gays y lesbianas de Maine pueden disfrutar o no de su derecho a contraer matrimonio civil en ese estado arroja un empate entre ambas posturas. Extrapolando los datos de las 1.130 personas encuestadas, un 48% de los votantes lo haría a favor de la prohibición y un 48% en contra. Un pequeño porcentaje de indecisos será, por tanto, el que decidirá.

El legislativo de Maine aprobó en mayo la ley que permite a gays y lesbianas contraer matrimonio, uniéndose de esa forma a Massachusetts, Conecticut, Iowa, Vermont y New Hampshire, otros lugares de Estados Unidos en los que se ha puesto punto final a esta discriminación. Sin embargo, la Constitución de Maine permite que un referéndum promovido por iniciativa popular anule una ley aprobada por el legislativo. El pasado mes de julio los sectores conservadores consiguieron las 55.000 firmas necesarias para que la entrada en vigor de la ley haya quedado bloqueada hasta que dicho reférendum se celebre el próximo día 3.

La evolución de las encuestas parece estar siguiendo un camino paralelo a las que se realizaron en California con anterioridad a la votación de la Proposición 8. Mientras las primeras preveían un resultado favorable a la igualdad jurídica de gays y lesbianas, conforme se acerca la fecha de la votación se pone de manifiesto que la movilización del electorado hómofobo es mayor que la de los partidarios de la igualdad.