Manifiesto del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto

Hoy día 27 de Enero de 2010, Arcópoli y el Grupo LGTB del PSM queremos celebrar el día Internacional en memoria de las Víctimas del Holocausto Nazi, que fue designado así por la ONU en 2005, conmemorando la liberación del mayor campo de exterminio nazi, en la ciudad polaca de Auschwitz-Birkenau.

En este día se celebran actos en todo el mundo como un importante recordatorio de las enseñanzas universales del Holocausto, atrocidad sin precedentes que no podemos simplemente relegar al pasado. Durante la II Guerra Mundial, en el imperio germano conquistado por Adolf Hitler, se produjo una masacre sistemática contra la población civil por motivos de raza, religión, opinión política, diversidad funcional u orientación sexual por parte del gobierno alemán.Nosotr@s, como organizaciones LGTB queremos poner el acento en el recuerdo de las víctimas homosexuales.

En los años veinte Alemania gozaba de un estado donde los derechos de las personas LGTB estaban empezando a consolidarse, y que gracias al tejido asociativo y a iniciativas como el Instituto por la Investigacion sexual, este sector de la población había comenzado a gozar de una libertad no conocida anteriormente en Europa. Sin embargo, se produjo una rápida involución que provocó que el Tercer Reich considerase a los homosexuales como personas con un “comportamiento degenerado” y que fuésemos vistos como una amenaza a la capacidad del estado y el carácter masculino de la nación, lo que provocó que las personas no heterosexuales fuesen incluidas en el listado de personas a exterminar.

Las asociaciones de homosexuales fueron prohibidas, las redadas para capturar a estas personas que se asociaban acababan con violaciones sistemáticas y con todo tipo de torturas, los libros sobre libertad sexual ardieron en las calles y se crearon listas de hombres gays que fueron obligados a seguir la norma sexual ortodoxa del «pueblo aleman”, o acababan en los campos de concentración.

Arcópoli y el Grupo LGTB del PSM queremos hacer un ejercicio de memoria histórica y hacer hincapié en ese grupo de población, gays, bisexuales y lesbianas que fueron torturados en la Alemania nazi, cuyo único delito había sido el amar a personas de su mismo sexo. Las cifras de esta masacre de la población homosexual ronda en torno a 15 000 gays fallecidos en los campos, así como es difícil precisar la cantidad de lesbianas que se vieron forzadas a llevar una doble vida de ocultación y de vivir en el terror de ser descubiertas, debido a que las mujeres eran consideradas peligrosas simplemente por el mero hecho de ser mujeres e independientes.

Queremos recordar que los gays fueron utilizados por supuestos médicos como Carl Vaernet como cobayas para poder estudiar genéticamente lo que los dirigentes nazis consideraban una desviación e inmoralidad. Fueron torturados y masacrados con fines supuestamente médicos buscando un gen “homosexual” para poder corregir esta “desviación”.

También queremos rememorar el profundo aislamiento y crueldad de las condiciones que tuvieron los presos gays en los campos de concentración, con los oficiales nazis e incluso con los propios compañeros de prisión, que les golpeaban a menudo llegando a provocarles la muerte.

Por último queremos denunciar que estos prisioneros por orientación sexual fueron los últimos en ser reconocidos como víctimas del Genocidio por las autoridades alemanas, quienes no les incluyeron en las leyes de reparación de la masacre nazi hasta 1994, donde la Alemania ya unida, eliminó los últimos vestigios de homofobia directa en su código penal.

Por todo esto, tanto Arcópoli como el Grupo LGTB del PSM no queremos dejar pasar la oportunidad que nos ha brindado la ONU con la propuesta de celebración de este día para no dejar en el olvido los errores pasados, recordar a todas las víctimas del Genocidio y tener bien presente que debemos seguir luchando por nuestra igualdad, manteniendo viva la memoria histórica, porque un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla. Y en Europa ya hemos vivido suficientes episodios sangrientos.