Precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos expresa su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo

Gary Johnson, uno de los precandidatos republicanos a presidente de Estados Unidos, anunció la semana pasada su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo. Johnson se había mostrado hasta ahora partidario de las uniones civiles. 

Este cambio de postura del exgobernador del estado de Nuevo México se debe, según él mismo, a reflexiones personales y a «conversaciones con la comunidad gay«. Gracias a ellas, habría llegado a la conclusión de que el gobierno «no tiene competencia para elegir quién a quiénes se les puede otorgar los beneficios del matrimonio y a quiénes no«. Negar a las parejas homosexuales estos derechos es para el precandidato republicano «lisa y llanamente discriminación«. Johnson manifestó además su rechazo de la DOMA, la ley que prohíbe al gobierno federal reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo. En consonancia con sus convicciones libertarias, declaró que definir el matrimonio de forma excluyente «debería dejarse para las religiones y los individuos, no para el gobierno«.

Johnson, quien no parece tener muchas oportunidades de ganar la candidatura republicana a la presidencia a la vista de la deriva derechista del partido, declaró hace unos meses su rechazo al abucheo a un soldado gay durante un debate de precandidatos. «Ese no es el Partido Republicano al que yo pertenezco«, afirmó entonces, tras lamentarse públicamente de no haber intervenido en el evento, durante el cual el precandidato Rick Santorum declaró su intención de reinstaurar el «Don’t ask, don’t tell».

Bachmann: gays y lesbianas ya tienen derecho al matrimonio… con alguien del sexo opuesto

La opinión de Johnson cobra especial relevancia en contraposición con la de la también precandidata republicana Michelle Bachmann, quien el miércoles pasado mantuvo una discusión con una estudiante de 16 años, Jane Schmidt, a propósito del matrimonio igualitario. Bachmann afirmó que todos los estadounidenses tienen los mismos derechos y que el papel del gobierno es proteger los derechos civiles, pero que como no existe el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel federal, gays y lesbianas «se pueden casar con un hombre si son una mujer, o con una mujer si son un hombre«. Según la «lógica» de la precandidata, las parejas heterosexuales no poseen ningún privilegio, sino que tienen «la misma oportunidad ante la ley«. «No hay derechos especiales según lo que hagas con tu vida sexual«, añade Bachmann.

No ha sido la única vez que la fuertemente conservadora congresista, próxima al movimiento del Tea Party, se ha referido a la igualdad matrimonial en los últimos días. En declaraciones a Fox News, Bachmann atacó la decisión del Tribunal Supremo de Iowa que abrió el matrimonio a las parejas del mismo sexo en ese estado, afirmando que esta institución «históricamente, durante toda la historia de la humanidad ha sido entre un hombre y una mujer, no ha sido entre personas del mismo sexo«. «En Iowa«, añadió, «fueron jueces los que tomaron la decisión, no fue el poder legislativo, que son los representantes del pueblo, y desde luego, no fue el pueblo«.

De las opiniones homófobas de Bachmann ya nos hemos hecho eco en dosmanzanas, como cuando expresó públicamente su opinión de que una pareja homosexual con hijos no es una familia, o se negó a aclarar si en los establecimientos sanitarios de su marido se practicaban las denominadas «terapias» reparadoras de la homosexualidad. Otro precandidato que también cuenta entre sus antecedentes con declaraciones despectivas frente a los derechos LGTB es Rick Perry. «¿Dónde preferís vivir, en un estado como éste o en un estado donde un hombre puede casarse con otro hombre?«, espetaba poco antes de su última reelección como Gobernador de Texas.