Nocturnabilia y Labios de arcilla
La semana pasada se presentó en la sede de la SGAE Nocturnabilia, una recopilación de relatos escritos por los autores de la Editorial Stonewall, a los que ya conocéis en estos Desayunos. Una iniciativa con fines benéficos (el 10% irá destinado a proyectos educativos de la FELGTB y los autores no cobrarán) prologada por Boti G. Rodrigo y que gira en torno a la noche.
Carlos G. García con su desparpajo habitual nos cuenta un relato televisado sobre uno de esos programas (en este caso, el Diario de Sonicia) que acabará como el rosario de la aurora. Mónica Martín, que escribe como los ángeles, cuenta una noche de farra lésbica que hará las delicias de sus admiradores/as (entre los que nos incluimos). A Didí Escobart le toca el relato más morboso y se interna en los procelosos terrenos de la autoficción con una historia que es el sueño de muchos: conquistar al macho alfa. Eduardo García explora la noche madrileña con una de sus historias de surrealismo mágico que tanto nos gustan (y que tiene toda la pinta de ser verdad) y Juan Flahn parte de una anécdota para escribir un relato crespuscular sobre la crisis (vital y global) de su protagonista. César Augusto Cair, de cuya novela hablaremos seguidamente, aporta un relato claustrofóbico con áridas frases cortantes marca de la casa, y Diego Manuel Béjar, el editor, se estrena en esto de la literatura (aunque él ya ha escrito mucho y bien) con un relato trascurrido en el Refugio, un territorio mítico para los de mi generación, en el que presenta a los personajes de la que será su próxima novela (que promete ser un éxito).
Hemos dejado para el final dos relatos magníficos, cada uno a su manera: en La rueda del tiempo, Sofía Olguín, que se está convirtiendo a la velocidad de la luz en una escritora de primera categoría, nos cuenta una estremecedora y bellísima historia de amor entre un enfermero y su paciente, un chico con problemas psiquiátricos. Por su parte, Galileo Campanella, al que ya conocéis más que de sobra por estos lares, nos presenta una precuela de Heliópolis: El Blues del Hada Azul, que verá la luz en papel en esta misma editorial a la vuelta del verano. Campanella se ha propuesto contar nuestro complejo (y a veces, incomprensible) mundo a su hermana pequeña con la nobleza y convicción del que sabe que está haciendo algo muy bueno y muy bonito. A nosotros nos ha convencido ya.
Por otro lado, César Augusto Cair acaba de publicar Labios de arcilla en esta misma editorial, una novela sobre un muchacho ciego que narra sus experiencias homoeróticas y modela bustos de arcilla que le representan. Narcisismo, incesto, griegos y homosexualidades varias escritas en un estilo arriesgado y vibrante no apto para todos los públicos, para nuestra fortuna. El libro viene prologado por Luis Antonio de Villena.
César Augusto Cair (Madrid, 1973) es licenciado en Derecho, novelista, dramaturgo y director teatral, ha escrito Quijotada pacata de Miguel y de Cata (2005), Peladuras de mandarina (2006), Mi estúpida Anacrusa (2007), Eva ha muerto (2008), Quinto aniversario (2009) y Fluidos (2011). Como novelista ha publicado Un calor insaciable (2000) y El vómito de Jacobo (2007).
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