Polémica en torno a una conversación privada de Paris Hilton y sus opiniones sobre los gays

Medios LGTB y generalistas de medio mundo se han hecho eco de las polémicas opiniones de Paris Hilton sobre los gays. Un episodio que pone de relieve la desmesurada importancia que a veces otorgamos a las opiniones de personajes sobre todo tipo de asuntos por el mero hecho de ser famosos.

La historia es rocambolesca. Un taxista de Nueva York grabó y difundió la conversación que mantuvo en su taxi Paris Hilton con un amigo gay. En un corte de la conversación Paris Hilton califica a los gays como «la gente más cachonda del mundo» (después de que su amigo le explique que gracias a la aplicación Grindr es muy sencillo localizar alguien «con quien follar») y luego considera que «dan asco, la mayoría seguramente tienen sida». En otro corte afirma que ella tendría mucho miedo si fuera un hombre gay porque es muy probable que «te mueras de sida».

Tras saltar la «noticia» a los medios de comunicación, Paris Hilton envíaba un comunicado de disculpa a la Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación (GLAAD), en la que tras explicar que sus palabras formaban parte de una conversación privada y que en modo alguno se trataba de una generalización, insiste en su apoyo a la comunidad gay y pide perdón. El popular blog de Perez Hilton, bloguero abiertamente gay especializado en el mundo del famoseo, echaba también una mano a la rica heredera, de la que afirma que «el 80% de sus amigos son gays». Según Perez Hilton, los cortes de conversación fueron escogidos y sacados de contexto para fabricar un escándalo y adquieren otro significado si se tiene en cuenta que formaban parte de una conversación que Paris mantenía no con uno, sino con varios amigos gays, que al parecer le contaron la historia de un conocido español enfermo de sida que mantenía relaciones sexuales sin protección, ante lo que ella reaccionó escandalizada.

Sea como sea, la historia plantea desde luego interesantes discusiones sobre los límites de la privacidad de los famosos, sobre como los propios gays generalizamos o permitimos que se generalice al hablar de nosotros mismos o sobre la desmedida importancia que concedemos a las opiniones de ciertas personas solo por el hecho de ser populares.