Argentina: agresores de una pareja gay invocan la condición de argentino del nuevo papa

Preocupante noticia la que nos llega desde Argentina, donde una pareja gay ha sufrido una brutal agresión por parte de un grupo de personas que llegaron a invocar la condición de argentino del nuevo papa para justificar el ataque. «Ahora el papa es de todos los argentinos y ustedes son una vergüenza para la Argentina», les espetaron los agresores, según ha divulgado la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT).

La agresión tuvo lugar durante el desarrollo de una fiesta privada en la localidad bonaerense de San Isidro, que contaba con la presencia de más de 200 personas. En un determinado momento de la noche Pedro Robledo y Agustín Sargiotto comenzaron a bailar juntos y se besaron, actitud que desencadenó la reacción violenta de otros asistentes, que les reprocharon que lo que hacían era «pecado» e invocaron la condición de argentino del nuevo papa. «Ustedes no pueden procrear, está mal lo que hacen y tienen que esconderse. Hay un papa argentino, no puede haber putos argentinos”, cuenta Sargiotto que les dijeron. Finalmente fueron golpeados. Los agresores pudieron ser luego contenidos por otros asistentes, lo que no evitó que Pedro Robledo, el peor parado, necesitara asistencia médica por los golpes recibidos, especialmente en el rostro.  “Un pibe me dijo que nos teníamos que ir porque estábamos en una casa católica y no podíamos estar juntos. Me dio una piña en la cara que me dejó en el piso y durante cuatro horas no reaccioné según me cuentan. No me acuerdo de nada de lo que pasó en ese tiempo”, ha declarado el propio Robledo.

Para el presidente de la FALGBT, Esteban Paulón, se trata de una más de las agresiones que ocurren de forma cotidiana en Argentina, por lo que ha reclamado que se legisle contra este tipo de actos. «la agresión sufrida por Pedro y Agustín es muy grave. Pero más grave es aún que esto ocurre cotidianamente en diversas partes del país y no contamos en la actualidad con una ley de penalización de actos discriminatorios que brinde herramientas efectivas para la prevención de este tipo de hechos. Este año desde la FALGBT vamos a redoblar las acciones para impulsar esta normativa», ha declarado. Para Esteban Paulón resulta además llamativo que los agresores invocaran «la argentinidad» del papa. «Esperemos no estar frente a un rebrote fanático que nada tiene que ver con el espíritu de la enorme mayoría del pueblo católico. Nuestro país ha decidido hace más de dos años consagrar la igualdad plena para todas y todos los ciudadanos a partir de la ley de matrimonio igualitario. Y esa igualdad debe garantizarnos el derecho a la libre expresión de sentimientos en cualquier ámbito y bajo cualquier circunstancia», ha añadido.

¿Un papa moderamente «pro-LGTB»?

La noticia de la agresión coincide curiosamente con la difusión de varios testimonios a lo largo de los últimos días de personas que afirman que el nuevo papa, Jorge Bergoglio, no sería el virulento homófobo que deja traslucir el texto dirigido en verano de 2010 a religiosas católicas, en el que se refirió al matrimonio igualitario como “la pretensión destructiva al plan de Dios». «No se trata de un mero proyecto legislativo sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”, expresó, negro sobre blanco, el ahora papa Francisco.

Según estos testimonios, alguno de los cuales adelantamos hace pocos días, Bergoglio habría propuesto a los obispos argentinos «apoyar» una ley de uniones civiles como una alternativa que permitiera evitar la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo, aprobada finalmente en 2010. Así lo sostienen los activistas gays Flavio Rapisardi y Marcelo Márquez, ambos católicos, o el pastor luterano y gay Andrés Altbersen.

Sea como sea, como bien afirma el reportaje de CNN México que insertamos a continuación, la única prueba de un supuesto apoyo a las uniones civiles por parte de Bergoglio es el testimonio de quienes dicen haber conversado con él sobre el tema. No hay documento alguno que lo atestigüe, como sí lo hay de sus declaraciones homófobas. Solo el tiempo dirá si nos encontramos ante un nuevo talante en materia LGTB por parte del máximo jerarca católico o ante un simple lavado de cara mediático.