Las jugadoras lesbianas serán excluidas de la liga nacional de fútbol nigeriana

La presidenta de la liga nigeriana de fútbol femenino, Dilichukwu Onyedinma, ha anunciado que las jugadoras lesbianas serán excluidas de los equipos de fútbol y de la selección nacional. Organizaciones deportivas LGTB han solicitado a la FIFA que tome medidas al respecto.

El anuncio fue efectuado en el discurso ofrecido por Dilichukwu Onyedinma el pasado miércoles 6 de febrero, en el curso de la asamblea anual de la Federación Nacional de Fútbol: “Pedimos a los presidentes de los clubes que controlen a sus jugadoras. Las lesbianas no podrán jugar para el equipo nacional. La homosexualidad (…) está creciendo en el fútbol en Nigeria y no podemos aceptarlo».

La FIFA ha remitido un escrito a la federación nigeriana solicitando que aclare estas declaraciones. Según el portavoz del organismo deportivo “no se trata de una investigación por parte de la FIFA, sino de un paso preliminar, en plena consonancia con la forma en que cualquier procedimiento habitual se llevaría a cabo por parte del Departamento Disciplinario de la FIFA. Hasta establecer más detalles, no podemos especular sobre las posibles sanciones, o cualquier otro paso a seguir». A su vez, organizaciones deportivas LGTB como la Federation of Gay Games han solicitado también por escrito a la FIFA información sobre las medidas que piensa adoptar por lo que consideran “una violación directa de las políticas de lucha contra la discriminación de la FIFA”. En la carta recuerdan el caso de la entrenadora de la selección nacional de fútbol femenino de Nigeria, que en junio de 2011 afirmaba haber erradicado el lesbianismo del equipo a través de la religión, inquiriendo por el estado de la investigación abierta al respecto por parte de la federación internacional, de la cual a día de hoy no se tienen noticias.

Hay que recordar que Nigeria es un país fuertemente hostil hacia las personas LGTB, en el que las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel (en el sur cristiano) o incluso hasta la muerte (en los estados del norte en los que se aplica la ley islámica). Hace pocas semanas recogíamos, por ejemplo, la terrible historia de tres hombres que después de ser descubiertos manteniendo relaciones homosexuales fueron desnudados, maniatados y paseados para su escarnio público. Precisamente en estos momentos el Parlamento nigeriano tramita la criminalización de las ceremonias de unión entre personas del mismo sexo, que vendría a endurecer todavía más una situación que ya es de por sí dramática.