Reino Unido: colegios concertados prohíben la “propaganda homosexual” en clase

En el Reino Unido ha saltado la polémica al salir a la luz que varios colegios concertados prohíben expresamente en sus currículos la “promoción de la homosexualidad”. Una situación que recuerda a la existente antes de la derogación en 2003 de la vergonzante Sección 28, así como a las leyes homófobas rusas y de otros países actualmente en vigor.

Según ha descubierto la página web Gay Star News, al menos ocho colegios concertados (free schools, financiados con dinero público pero no sujetos al control gubernamental) han aprobado cláusulas para censurar la información positiva sobre la diversidad afectivo-sexual. Aunque “se permite una discusión objetiva de la homosexualidad en clase”, la junta directiva de estas escuelas “no permitirá la promoción de la homosexualidad”. Uno de los centros educativos en los que se ha detectado esta política, el Colegio Femenino Colston de Bristol, ha anunciado que está revisando sus estatutos a raíz de las quejas que han tenido lugar.

Ante las reacciones generadas, un portavoz del Ministerio de Educación ha emitido un comunicado en el que recuerda que las directrices del Gobierno para la educación sexual y afectiva “dejan claro que los colegios no deben promover ninguna orientación sexual”. “Los alumnos deben recibir una información precisa y se les debe ayudar a desarrollar las capacidades que les permitan comprender el desarrollo de su sexualidad, sea la que sea, y respetarse a sí mismos y a los demás”. El comunicado del Ministerio continúa recordando que “todos los colegios pueden redactar su propia política de educación sexual, pero deben asegurar que, en todo lo que hagan, no discriminan injustamente a causa de la sexualidad” y termina anunciando una investigación en los centros afectados.

La Sección 28, adoptada por el Gobierno de Margaret Thatcher en 1988, vetaba a las autoridades locales británicas (en las que residen las competencias en materia de educación) “promover intencionadamente la homosexualidad o publicar material cuya intención sea la promoción de la homosexualidad”, así como “promover la enseñanza en los colegios públicos de la aceptación de la homosexualidad como una supuesta relación familiar”. En la práctica, la legislación prohibía a los profesores hablar de homosexualidad en clase o combatir el bullying homofóbico. La ley fue derogada por el Gobierno de Tony Blair en 2003 y los conservadores han pedido perdón públicamente por aprobarla.