La familia de Kaique Batista acepta la tesis del suicidio como causa de la muerte del joven

Isabel Batista, madre del joven gay cuyo cadáver fue encontrado junto a un viaducto en el área central de São Paulo, ha aceptado la tesis del suicidio como causa de la muerte de su hijo, después de que la policía incautase un diario personal perteneciente al joven en la casa de la familia con la que Kaique Augusto Batista dos Santos vivía en el momento de su muerte. Según la policía, el adolescente había dejado escritos en dicho diario varios mensajes que reflejaban su decepción con alguien, así como otros de despedida dirigidos a su familia. Los colectivos LGTB prefieren esperar al resultado final de la investigación.

Ya desde un principio, y este es quizá el punto que resulta más oscuro, la policía registró la muerte del joven como suicidio antes incluso de realizar ninguna investigación. Sin embargo tanto la familia de Kaique como las distintas asociaciones LGTB de Brasil cuestionaron dicha versión y apuntaron a un asesinato, dadas las circunstancias en que su cuerpo había sido encontrado y a los graves antecedentes de homofobia y racismo en São Paulo (además de gay, Kaique era negro). La presión ejercida por ambos y la trascendencia social y mediática del crimen han logrado que la policía inicie una investigación para aclarar lo sucedido.

“Fue un shock. Él no mostraba signos de depresión. De hecho, nos encontrábamos preparando una fiesta sorpresa para su hermano”, afirma Isabel Batista, quien asegura también que Kaique era “un niño feliz” y que siempre aceptó la condición homosexual de su hijo. Sin embargo, y por extraño que pueda parecer, Ademar Gomes, abogado de Batista, aseguró que la familia había decidido dar por válida la versión de la policía.

Distintos colectivos LGTB brasileños consideran sin embargo prematuro dar por buena la versión del suicidio, al menos hasta que la investigación progrese y consiga arrojar luz sobre el caso. De hecho, el pasado viernes día 17, centenares de personas se reunieron en el centro de São Paulo en un acto de protesta contra la homofobia. Entre otras cosas, protestaron por lo que consideran un sistema injusto que en la práctica, y según comentan, supone que la mayoría de asesinatos y torturas sean registrados por la policía como suicidios para evitar así tener que iniciar una investigación, dando de esta forma por concluidos y resueltos los casos.

La policía sigue insistiendo en que no hay indicios de asesinato y que las lesiones que presentaba el cadáver del joven fueron causadas por la caída y por el tiempo que el cuerpo estuvo en la nevera del Instituto de Medicina Legal de la ciudad. Según la información preliminar de los expertos, el joven se arrojó al vacío desde el viaducto, después de salir de una discoteca donde se encontró con unos amigos. La policía cree que la perforación en la pierna del adolescente no fue causada por una barra de hierro, como en un principio pensó su familia, sino por una fractura abierta del fémur, resultado de la caída. Dicho informe preliminar justifica el resto de lesiones y los golpes en la cara, así como la rotura de los dientes, por el hecho de que el joven cayó de pie y se golpeó con el bordillo. En cualquier caso, será el informe final el que revele, en el plazo de unos veinte días, la verdadera causa de la muerte de Kaique.