"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

Conocer el pasado de la LGTBfobia y el activismo: críticas de «La cultura de la homofobia y cómo acabar con ella» y «Lo nuestro sí que es mundial»

El impulso que ha experimentado la comunidad LGTB durante los últimos años tanto en derechos legales como en aceptación colectiva es digno de vítores, por supuesto, pero no debe hacernos olvidar todo cuánto se ha luchado por llegar hasta aquí y, sobre todo, cuánto queda todavía por hacer. Porque la LGTBfobia sigue acompañándonos en el día a día, sin necesidad de viajar hasta Irán para toparse con ella, con lo que el activismo sigue siendo tan importante como siempre. En referencia a ambos temas, el filólogo madrileño Ramón Martínez ha escrito dos ensayos de imprescindible lectura: La cultura de la homofobia y cómo acabar con ella y Lo nuestro sí que es mundial. 

La cultura de la homofobia y cómo acabar con ella (2016) ofrece, como su autoexplicativo título adelanta, una mirada clara, directa y estudiada a la homofobia, la cual Ramón Martínez explora desde todos los ángulos para poder afirmar que, aunque nos pese, seguimos impregandos de «la cultura de la homofobia» (bueno, y del racismo, la xenofobia o, claro, el machismo, harto relacionado con la primera). Pero ¿qué es realmente la homofobia?, ¿cuál es su origen?, ¿y quiénes son sus culpables? A estas preguntas y a muchas más da detalladas y, sobre todo, justificadas respuestas el autor, quien, abogando siempre por un estilo serio, humilde, didáctico y harto cortés (contrastando con el Elogio de la homosexualidad [crítica], de Luis Alegre), ofrece una lectura interesantísima tanto para quienes ya estén familiarizados con la teoría LGTB como para quienes se acerquen a ella por vez primera. Ambos públicos encontrarán así armas con las que combatir la homofobia a todos los niveles, así como nuevas formas de reflexionar sobre qué torna siempre a los ciudadanos del mundo los unos contra los otros. El prologuista, que no es otro que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, define el libro estupendamente: «con un estilo ágil y brioso, con rigor en la argumentación, incorporando y asumiendo la óptica insustituible de los perjudicados, de las víctimas, esta obra es una elocuente llamada a esa perseverancia, a considerar que la lucha por los derechos es una lucha incesante, una lucha sin fin, sobre todo cuando se alza frente al muro de patrones culturales de imposición seculares».

Por su parte, Lo nuestro sí que es mundial (2017), fue una buena respuesta a la sonoridad del World Pride Madrid 2017, un evento que invitaba a la celebración (tal y como expliqué con motivo del estreno de The Best Day of My Life [crítica], de Fernando González Molina), pero que corría el riesgo de hacernos olvidar el verdadero activismo, que no consiste en cuerpos musculosos bañados en aceite (sin faltar, que estos también tienen su función), sino en duras batallas donde lo perdieron todo para que nosotros lo ganáramos. Martínez explica cómo es posible que en 1975 España se declarara mayoritariamente favorable a la eliminación de la homosexualidad a través de leyes represivas y, a día de hoy, sea uno de los países que más libertades garantiza a las personas no heterosexuales, detallando todo lo acontecido en estas cuatro décadas, sin olvidarse de las pequeñas pero importantísimas efemérides previas a la democracia. A través tanto de numerosa documentación como de los testimonios de sus protagonistas, el autor ofrece un exhaustivo recorrido a la historia del Movimiento LGTB en España, pudiendo resultar la narración algo árida pero nunca superflua. Así lo vende en su bello prólogo el escritor Alberto Mira: «el inmenso valor de Lo nuestro sí que es mundial es entrar en los callejones sin salida, en los atajos y en los terrenos pedregosos, en los errores y en los triunfos, contar cómo se ha llegado hasta aquí y rescatar una historia casi olvidada, dando nombres, resucitando voces».

Editados por Egales, La cultura de la homofobia y cómo acabar con ella y Lo nuestro sí que es mundial constituyen necesarios homenajes a la lucha LGTB que, antes que nadie, deberían leer los profesores para saber cómo enfrentarse a una generación que pide a gritos el fin de la cultura de la homofobia para poder gritar al unísono que lo nuestro, lo de todos, todas y todes, sí que es mundial.

 

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