Algunas peliculillas (II)

Rivales (España, 2008)
Fernando Colomo
Una de esas intranscendentes comedias corales a las que tan aficionado es el cine patrio y que, sin embargo, gracias a su director, quizá no lo son tanto. Colomo es un agudísimo observador, y si en la injustamente olvidada Alegre ma non troppo (1994) supo captar a la perfección el espíritu del momento, en Rivales, la relación que se establece entre dos peludos y gordos entrenadores de dos equipos de futbol infantil que en teoría no son homosexuales pero a los que les encanta follar uno con el otro hace que merezca la pena echarle un vistazo. Que conste que es simplemente una pareja más de las que salen en la película, en la que destaca una Rosa María Sarda inconmensurable.

Klass (Estonia, 2007)
Ilmar Raag
Tremendamente dura y con un final que no me gusta en absoluto (pero está basada en hechos reales), Klass toca el tema del acoso escolar (que, desgraciadamente, siempre tiene tintes homófobos) a dos adolescentes que se atreven a enfrentarse al líder de la clase. Angustiosa y terrible, por momentos recuerda la pureza de Gus van Sant en Elephant. Imprescindible, obviamente, la versión original. Además, puede ser una ocasión para acercarte a un cine, el estonio, tan interesante como desconocido por aquí.

La chica del tren
(Francia, 2009)
André Téchiné
Mucho mejor es la nueva de Téchiné, que incluimos aquí no por la temática sino por la trayectoria de su director. En esta caso, nos cuenta la historia basada en hechos reales de una chica francesa que simula el ataque de un grupo neonazi. A destacar, el buen ojo de Téchiné para elegir chulazos de esos que quitan el hipo, y convertirlos en absoluto objeto de adoración para el espectador entendido. En este caso, el impresionante Nicolas Duvauchelle, (que ya aparecía en películas homoeróticas como Le petit voleur o Beau Travail cuando era un crío): una mezcla imposible de imaginar entre Alain Delon e Iker Casillas. Y encima es buen actor.

Diverso da chi? (Italia, 2009)
Umberto Riccioni Carteni
Un partido de centro en una ciudad de provincias italiana se convierte en el rompeolas de todas las Italias: el candidato a la alcaldía es un joven y guapo homosexual fuera del armario y casadísimo, en la película, con uno de los más bellos hombres de Italia (Filippo Nigro), y su subordinada, candidata a teniente de alcalde en su mismo partido, una mujer casada, religiosa y tradicional, intentan ponerse de acuerdo en el programa electoral. Sin embargo, el hombre puede que no sea tan moderno y tan liberal como parece, ni la mujer tan chapada a la antigua. Una comedia flojita que, sin embargo, se interna en las procelosas aguas de las etiquetas, las apariencias, la hipocresía y la paternidad/maternidad…

Otras películas en Desayuno en Urano

elputojacktwist@gmail.com