"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

Francia no reconoce el matrimonio de dos gays musulmanes casados civilmente en Sudáfrica y que han celebrado además su boda religiosa

Francia se ha negado a reconocer el matrimonio de Ludovic Mohamed Zahed, un ciudadano francés, con Qiyam Al Din, un ciudadano sudafricano. La pareja contrajo matrimonio civil en Sudáfrica, país que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Pero además han contraído matrimonio religioso en Francia, en lo que sería la primera boda religiosa gay musulmana en ese país.

Ludovic Mohamed Zahed, nacido en Argelia, ha estudiado Antropología y Psicología, es experto en el Corán y activista gay y contra el VIH (él mismo es seropositivo). Musulmán devoto, en la actualidad prepara su tesis doctoral sobre islam y homosexualidad, y defiende la compatibilidad entre la religión musulmana y las relaciones entre personas del mismo sexo. «Si Mahoma viviera hoy día, celebraría matrimonios entre homosexuales«, afirma. Es además uno de los impulsores de HM2F, una asociación de musulmanes LGTB. En 2011 viajó a Sudáfrica con motivo de una convención sobre VIH. Allí conoció a su marido, también musulmán, del que se enamoró inmediatamente. Se quedó dos meses más de lo previsto, y finalmente contrajeron matrimonio. Sudáfrica, recordemos, permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La pareja decidió instalarse en Francia, donde solicitaron el reconocimiento de su matrimonio, que les ha sido denegado. En paralelo, organizaron su boda religiosa, por el momento el primer matrimonio religioso musulmán entre personas del mismo sexo de la que se tiene noticia en Francia. Un imán mauritano, de nombre Jamal, bendijo su unión el pasado 18 de febrero en París, aplicando el mismo rito que se aplica a los matrimonios heterosexuales.

Ludovic Mohamed Zahed y Qiyam Al Din se enfrentan así a una doble discriminación. Por un lado, Francia no reconoce su matrimonio civil, cuya validez es plena en Sudáfrica (como lo sería en el resto de países que reconocen el matrimonio igualitario). Por otro lado, tienen que soportar las iras de los musulmanes conservadores en forma de amenazas telefónicas y a través del correo electrónico.

Ludovic Mohamed Zahed, no parece inquieto por ello. «He encontrado la calma. Podría morir mañana, al fin me encuentro en paz», afirma. Y es que su relación con la religión no ha sido precisamente un camino de rosas: en su juventud llegó a estudiar en una escuela coránica ultraconservadora de Argelia. Luego abandonó el islam y se refugió en el budismo, hasta que comprendió que «la misoginia y la homofobia son las mismas en todas partes». «Poco a poco empecé a rezar de nuevo, hice mi primer peregrinaje a La Meca, la fuente del islam, para reclamar mi religión», cuenta. «Redescubrí una paz interior que no había sentido desde niño», afirma…

Comentarios
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