El Parlamento de Nigeria avanza la tramitación de su nueva ley homófoba

Otra mala noticia que nos llega desde África. La Cámara de Representantes de Nigeria ha aprobado en segunda lectura el proyecto de ley que persigue castigar con penas de hasta 14 años de cárcel a todo aquel que tome parte en una ceremonia de unión entre dos personas del mismo sexo y de hasta 10 años para cualquiera que “instigue o asista” en dichas uniones.

La legislación ya pasó en diciembre del año pasado el filtro del Senado nigeriano, y en marzo de este año recibió la condena expresa del Parlamento Europeo. Una condena que no parece haber importado mucho a los parlamentarios nigerianos, que han continuado con la tramitación de la nueva legislación, aprobada en segunda lectura en la Cámara de Representantes y enviada ahora a un último comité. Cabe destacar que la aprobación se ha producido de forma unánime, ya que tanto los representantes que apoyan al Gobierno como los de la oposición han coincidido en considerar la unión entre dos personas del mismo sexo «ajena a la cultura nigeriana» y «repulsiva», entre otros calificativos.

La ley, recordemos, no solo afectaría a los nacionales del país africano, sino que extiende su ámbito de aplicación a turistas, trabajadores de las embajadas no sujetos a inmunidad diplomática y personas que realicen tareas humanitarias y que por ejemplo estén casados o formen una unión civil con alguien de su mismo sexo. Todos ellos podrían ser objeto de persecución penal bajo la nueva legislación.

Se da la circunstancia de que Nigeria ya es un país extremadamente hostil hacia las personas LGTB, que castiga las relaciones homosexuales con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel (en el sur cristiano) o incluso hasta la muerte (en los estados del norte en los que se aplica la ley islámica). La criminalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, que ya se ha intentado en un par de ocasiones (en enero de 2009 llegó a ser aprobada por la Cámara de Representantes pero finalmente el proceso legislativo no llegó a culminar) vendría por tanto a endurecer todavía más una situación que ya es de por sí muy dramática.