«Travestiario»: un homenaje a la historia del travestismo español de la mano de algunas de sus figuras más ilustres
El arquitecto y artista visual Donacio Cejas (Isla de El Hierro, 1983) acaba de publicar el libro Travestiario (Ediciones Hidroavión), un viaje por la historia del travestismo español de la mano de varias artistas ilustres del transformismo y el cabaret como Paco España, la Terremoto de Alcorcón, La Prohibida, Psicosis Gonsales o Kika Lorace.
Cejas, que actualmente reside en Londres, cree que el travestismo puede ser entendido como la ciencia ficción de la feminidad. «Llevando al límite las características asociadas a la mujer arquetípica, el travesti-drag-transformista aparece en el escenario como una suerte de mujer superlativa filtrada por la mirada masculina (habitualmente homosexual) que no trata tanto de reproducirla fidedignamente sino de ‘crearla‘», expone en el libro.
Por su parte, la escritora Valeria Vegas —prologuista del libro— lamenta que, desde hace años, España haya dejado de ser «un país de cabarets, cuando antaño los había por doquier». Y asegura también que «hace ya mucho tiempo que se perdió el concepto del transformista, y me da bastante pena. Creo que porque para que ese tipo de espectáculo prospere es necesario un público instruido culturalmente y hoy en día resulta bastante difícil que un alto número de gente pueda apreciar una caracterización de Liza Minnelli con sus respectivas canciones».
A lo largo de sus 158 páginas, el libro —magistralmente ilustrado por el propio autor— hace un recorrido que va desde «los oscuros años de la criminalización y la clandestinidad hasta el tiempo presente» donde estas artistas «cuentan con miles de seguidores online y pueden desarrollar sus carreras más allá de los locales de ocio nocturno —en la industria musical, la televisión o las artes visuales—».
«Mi estilo era lo que se llevaba cuando yo empecé, que era transformismo puro y duro, como quien dice. Era la imitación de artistas como la Jurado, la Pantoja, la Durcal, Lola Flores, Paca Rico…. Era salir como ellas vestido y peinado y marcarte un playbacks», comenta en el libro sobre la evolución de este tipo de artistas el recientemente fallecido Juan Carlos Andonegy. «La cosa se ha ido renovando, muchas empezaron haciendo playback y ahora han visto que pueden con su voz hacer cierto tipo de temas, además hacen canciones para ellas, y dan otro tipo de imagen, la imagen que les gusta a ellas…», señala el artista, que empezó a actuar con dieciocho años, en fiestas de amigos que se hacían en pubs.
La cabaretera Supremme Deluxe habla en el volumen de algunos de los estereotipos asociados a su profesión: «La gente asocia a los que trabajamos de noche con una vida complicada, llena de fiesta… pero en realidad mi día a día es muy sencillo, porque la noche para mí es un trabajo. Yo me despierto temprano y hago las cosas que hace todo el mundo, y cuando llega la hora me maquillo y, como cualquier actor, voy a trabajar, porque si viviera solo de noche se me iría la cabeza…».
Asimismo, La Prohibida hace hincapié en la idea de definirse como una persona que interpreta a un personaje, algo que hace porque se dedica al mundo del entretenimiento. «En esencia es entretenimiento, y ahí no me diferencio en nada a cualquier otro cantante, actor, monologuista, pintor… es contarle a los demás lo que uno siente, abrirse un poquito y buscar afinidades. Eso es el arte: llegar a la gente, remover conciencia, crear debate o amistad, ¡expresarse!», apostilla.
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Acerca del Author
Aashta Martínez
Periodista. Profesional con compromiso social y fobia al servilismo político. Totalmente convencido de la responsabilidad social de los medios. Escribo sobre diferentes temas y pregunto (mucho) cuando me dejan.