"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

La debacle de los democristianos y la subida de socialdemócratas y verdes auguran mejoras legislativas para la comunidad LGTBI en Alemania

Alemania celebró el pasado domingo las elecciones generales que ponen punto final a la era Merkel. La retirada de la canciller se ha saldado con una debacle para los democristianos de la CDU/CSU, que cosechan el peor resultado de su historia con un 24%. Por el contrario, los socialdemócratas del SPD se hacen con la victoria tras subir más de cinco puntos. Los otros vencedores son Los Verdes, que consiguen su mejor marca con casi un 15% y tendrán la llave del futuro Gobierno junto con los liberales del FDP. El posible desalojo de la Unión tras dieciséis años liderando el país es una buena noticia para la comunidad LGTBI, que espera avances legislativos que ya se han postergado demasiado tiempo. En lo que se refiere a la visibilidad, el nuevo Bundestag hace historia con las dos primeras mujeres trans en ocupar escaños y al menos otros 19 miembros abiertamente LGTBI.

La legislatura que ha acabado ahora, la segunda consecutiva con un Gobierno de gran coalición liderado por Angela Merkel, ha visto pocos avances en materia de derechos LGTBI. Entre los asuntos más relevantes se cuenta la introducción de «diverso» como tercera opción de sexo legal junto a «masculino» y «femenino», la prohibición de las pseudoterapias de conversión en menores, el fin de la discriminación de las personas trans e intersexuales en el acceso a la policía o la rehabilitación de los militares discriminados por ser gais o lesbianas.

En cuanto a los comicios del pasado domingo, los resultados han traído la consolidación de las tendencias apuntadas por las encuestas, como ya pasara en 2017. Los socialdemócratas se alzan con la victoria por primera vez desde 2002, impulsados por su bien valorado candidato Olaf Scholz (suben del 20,5% al 25,7% y consiguen 206 escaños en el Bundestag). Los democristianos de la CDU/CSU se desploman tras la salida de Angela Merkel y cosechan su peor resultado histórico (pasan del 32,9% de los votos al 24,1% y se quedan con 196 escaños). El resto del Bundestag se reparte entre Los Verdes, que alcanzan su mejor cifra hasta la fecha (14,8% y 118 escaños), los liberales del FDP, con una ligera subida (11,5% y 92 escaños), la ultraderecha de la AfD con un leve descenso (10,3% y 83 escaños) y la izquierda de Die Linke, junto a los democristianos los grandes perdedores de la noche (4,9% y 39 escaños). También entra un diputado en representación de las minorías danesa y frisona en Schleswig-Holstein.

El cordón sanitario a la extrema derecha deja solo tres posibles coaliciones de Gobierno con mayoría parlamentaria: una repetición de la gran coalición (pero con el SPD al frente) que se da casi por descartada, una coalición «jamaicana» entre CDU/CSU, Verdes y FDP, o un pacto «del semáforo» entre SPD, Verdes y liberales, que hoy en día parece la opción más probable. Requerirá, eso sí, de un gran esfuerzo negociador para conciliar las posturas divergentes, sobre todo en política fiscal y presupuestaria, entre las fuerzas de centroizquierda y los liberales del FDP.

En materia LGTBI, sin embargo, el posible pacto entre tres fuerzas decididamente a favor del avance en derechos se contempla con un moderado optimismo. Sobre las principales reivindicaciones de los colectivos LGTBI alemanes debería haber consenso entre SPD, Verdes y FDP. Se trata, por ejemplo, de la reforma de la ley de identidad de género (que data de 1980) en un sentido despatologizador y de autodeterminación de género, o de la reforma constitucional para prohibir la discriminación basada en la identidad sexual. El refuerzo de la educación en la diversidad, la protección a los refugiados LGTBI o la lucha contra los delitos de odio también podrían estar en la agenda. Estaremos pendientes de las negociaciones.

Una victoria de la visibilidad

El recién elegido Bundestag representa un hito de la visibilidad trans: por primera vez, dos mujeres trans se sentarán en sus escaños. Se trata de Tessa Ganserer, hasta ahora en el Parlamento de Baviera, y de Nyke Slawik, ambas pertenecientes a Los Verdes. La nueva cámara baja cuenta en total con al menos 21 personas abiertamente LGTBI. Nueve pertenecen a Los Verdes, siete al SPD, tres al FDP, uno a la CDU (el ministro de Sanidad Jens Spahn) y una a la AfD (su colíder Alice Weidel).

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