Apenas tres semanas después de las primeras bodas homosexuales en New Hampshire, resucitan las maniobras políticas en contra

Han pasado apenas tres semanas desde que las parejas del mismo sexo pueden casarse en el estado de New Hampshire (Estados Unidos) y los opositores a los derechos de gays y lesbianas ya están diseñando sus próximos movimientos con el objetivo de anular la ley que lo hace posible. Los legisladores opuestos a la medida intentarán que la Cámara de Representantes del estado vote, por un lado, la derogación de la ley, y por otro, la convocatoria de un referéndum que modifique la Constitución del estado para redefinir el matrimonio como «sólo entre un hombre y una mujer».
 
Los legisladores saben que con la actual composición de las cámaras, controladas por los demócratas, carecen de posibilidades reales de que ambas medidas prosperen, especialmente pocos meses después de que esas mismas cámaras dieran el visto bueno a la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo. De lo que se trataría, sin embargo, es de colocar de nuevo el matrimonio homosexual en el centro del debate político durante los próximos meses, justo antes de las elecciones que en noviembre renovarán las cámaras del estado. Los opuestos a los derechos LGTB ven estas elecciones como una excelente oportunidad de impulsar a sus candidatos en un contexto ya de por sí favorable a que los republicanos recuperen el control del estado.
 
Massachusetts elige a un senador antigay
 
Y es que los demócratas atraviesan un momento de debilidad política, arrastrados por la caída en popularidad del Presidente Obama tan sólo un año después de su toma de posesión, y que la mayoría de los analistas atribuyen al intenso desgaste mediático al que los conservadores han sometido a Obama con motivo de su propuesta de reforma sanitaria.
 
Un ejemplo es lo ocurrido ayer en Massachusetts, uno de los estados considerados más liberales de Estados Unidos y feudo demócrata. Los electores ha elegido como su nuevo representante en el Senado de Estados Unidos en sustitución del fallecido Edward Kennedy al republicano Scott Brown, de perfil marcadamente conservador, frente a la demócrata Martha Coackley. Una noticia no precisamente tranquilizadora por lo que se refiere a los derechos LGTB: Brown votó en 2007 a favor de modificar la Constitución del estado para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo (en Massachusetts el matrimonio homosexual es legal desde 2003), mientras Coackley se ha caracterizado por lo contrario: como fiscal general presentó el pasado julio una demanda frente al Gobierno de Estados Unidos por no reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en su estado.