El jefe de la delegación olímpica estadounidense en los Juegos de 2012 dimite tras divulgarse sus posiciones «antigays»

Peter Vidmar, designado hace unos días jefe de la delegación olímpica que representará a Estados Unidos en los Juegos de 2012, se ha visto obligado a presentar su dimisión tras las críticas recibidas por sus posiciones homófobas. Vidmar, exgimnasta y medallista olímpico en 1984, contribuyó a la campaña en favor de la Proposición 8, la enmienda a la Constitución de California que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo aprobada en referéndum en 2008.

Tras su nombramiento, el diario Chicago Tribune desvelaba que Vidmar acudió personalmente a manifestaciones contrarias al derecho de gays y lesbianas a contraer matrimonio y donó 2.000 dólares a la campaña en favor del «sí» a la Proposición 8. Inmediatamente se alzaron numerosas voces contrarias al hecho de que un reconocido activista «antigay» fuera el jefe de la delegación olímpica estadounidense, entre ellas las de patinador olímpico abiertamente gay Johnny Weir o la de la modelo y ex atleta paralímpica Aimee Mullins, jefa de la delegación paralímpica estadounidense.

Vidmar, que había manifestado en su defensa que su apoyo a la Proposición 8 estaba motivada por su fe mormona, ha presentado finalmente su dimisión. «He dedicado mi vida al movimiento olímpico y a los ideales de excelencia, amistad y respeto. Hubiera deseado que mis creencias religiosas personales no se hubieran convertido en una distracción de los apasionantes momentos que está viviendo el movimiento olímpico en los Estados Unidos. No puedo permitir que mi presencia derive en un daño para la familia olímpica estadounidense», ha argumentado en un comunicado.