Entre fogones: críticas de los libros «Una receta inesperada» y «Come como un oso»

La cocina da lugar a toda clase de libros, desde romances entre fogones hasta volúmenes de recetas. Y, claro, algunos son de temática LGTB. Hoy voy a hablaros de dos de ellos: la novela romántica Una receta inesperada y el recetario Come como un oso.

Una receta inesperada (2016) es la primera novela de Sonia Lasa, quien ha recurrido a la autoedición para sacar a la luz la complicada historia de amor entre una atareada y elegante productora cinematográfica y una sencilla y minuciosa cocinera, poseedoras ambas de sendos corazones rotos y sendas almas apasionadas por la cultura. Desgraciadamente, tal decisión juega en contra de una obra que resulta difícil leer sin apreciar errores, tanto de edición, como de redacción e incluso ortografía. Con respecto a la historia en sí, que es lo más importante, abundan los lugares comunes y escasean el humor y las sorpresas, pero el resultado sigue agradable gracias a la perfecta presentación de las protagonistas, así como de los interesantes mundos que ambas habitan. Entre glamurosos sets de rodaje y acogedores espacios culinarios, entre Madrid, Nueva York, Roma y la Toscana, se fragua un romance de esos que todos ansiamos tener de vez en cuando. Como lectura veraniega ligera, esta receta es ideal, ya que engancha con rapidez y se lee con facilidad. Confiemos en que la autora cuente con mejores medios en el futuro.

Por su parte, Come como un oso (2016) es un libro de recetas más que original con el que el profesor de cocina y pastelería gaditano Pedro Cano Jiménez nos adentra en la “cocina gay bear” en lo que supone todo un homenaje al “Mundo Bear”. Así lo expresa la festiva introducción del volumen: “este es un mundo donde los hombres no se molestan en mantener sus figuras (…) hombres peludos y grandes a los que les gusta la buena comida y en grandes proporciones”. Así, al igual que los osos rompen con los superficiales tópicos del mundo gay, este colorido libro hace lo propio a través de la cocina, presentando sabrosas (aunque poco novedosas) recetas donde mantener la línea es lo de menos. Todas ellas están presentadas con claridad y sencillez, no echándose de menos en exceso las clásicas fotografías culinarias que acompañan los mejores libros de cocina gracias a las divertidas ilustraciones del irlandés Robert Patterson (quien, al igual que el autor, vive actualmente en Fuerteventura). Y es que ciertamente nos encontramos ante una obra muy original que constituye el regalo perfecto para todo hombre que se identifique como “oso” y sea amante de la cocina. Se trata, sin lugar a dudas, de una de las apuestas más diferentes y arriesgadas de EdítaloContigo.

Sin ser su lector objetivo, he disfrutado de ambas obras, con lo que os insto a acercaros a ellas si sus descripciones han llamado vuestra atención. Ahora, si me disculpáis, me voy a preparar un gazpacho, ¡que con este calor es lo que más apetece!