Polémica en torno a la homofobia de «Ley y Justicia», el aliado polaco del Partido Conservador británico

La alianza establecida en Europa por el Partido Conservador británico con Ley y Justicia, el partido de los gemelos Kaczyński (una de las organizaciones políticas europeas más abiertamente contrarias a los derechos LGTB), parece haber abierto una brecha entre los conservadores y el colectivo LGTB británico, al que éstos cortejan desde que David Cameron se convirtió en su nuevo líder. La evolución de los acontecimientos ha sido tal que el eurodiputado Michal Kaminski, invitado a participar en el congreso conservador, se ha visto obligado a «desmentir» que él o su partido sean homófobos.

El pasado miércoles contábamos como el grupo LGTB del Partido Conservador británico, recientemente constituido, había organizado una sonada fiesta en un conocido local de ambiente de Manchester, con ocasión del congreso del partido, a la que personalidades como Ben Summerskill, director ejecutivo de Stonewall (una de las principales organizaciones LGTB británicas) rechazó acudir como protesta por la invitación a Kaminski para participar en el congreso. Por otra parte, varias celebridades habían dirigido una carta abierta a Cameron en la que le advertían del carácter homófobo y antisemita de sus nuevos aliados.

El propio Cameron salió al paso, afirmando que el hecho de que sus aliados fueran contrarios a las uniones homosexuales se debía al carácter mayoritariamente católico de Polonia, y que aunque él mismo no estuviera de acuerdo eso no les convertía en homófobos. Tras estas afirmaciones, fueron las propias organizaciones LGTB polacas, en concreto Kampania Przeciw Homofobii (Campaña Contra la Homofobia) la que se dirigía a los conservadores informándoles de que estaban mal informados sobre el carácter homófobo de Ley y Justicia, aportando además una lista de declaraciones de políticos de ese partido: acusaciones a los homosexuales de «infectar» a la sociedad, insultos del tipo de «maricones» y «animales», declaraciones de tipo «hoy gays y lesbianas, mañana zoófilos…»,  relaciones con la pederastia, la zoofilia y la necrofilia, etc.

Finalmente, ante la presión generada, ha sido el propio Kaminski, presidente del grupo parlamentario que ambos partidos comparten en Europa, el que ha salido a la palestra a disculparse por si alguien se había sentido ofendido por haber utilizado en el pasado determinados términos que «no iba a volver a utilizar». Kaminski ha añadido que respeta a las personas homosexuales, llegando a manifestar que su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo no significa que no esté de acuerdo con la existencia de uniones civiles. Kaminski se ha mostrado incluso dispuesto a acudir el año próximo a la fiesta LGTB conservadora…

¿Mantendrá Kaminski esta misma posición cuando regrese a su país? Eso es lo que nos preguntamos ahora…