Programa de televisión norteamericano muestra a pareja gay paseándose por los estados más fuertemente opuestos al matrimonio igualitario

El popular programa de televisión estadounidense The Daily Show, dirigido por  Jon Stewart, ha puesto a prueba la homofobia social de los estados sureños. Para ello ha escenificado a una pareja gay paseándose por Alabama y Mississippi. Las reacciones son de indiferencia e incluso de apoyo.

Normalmente los signos de cambio en materia LGTB que llegan a los titulares son los que se producen en zonas habitualmente “liberales”. Sin embargo, un signo más potente puede ser el que viene de aquellos entornos conocidos por su conservadurismo. Así ha quedado de manifiesto con un “experimento” realizado en Estados Unidos.

Nate Silver —bloguero de The New York Times famoso por sus predicciones— realizó un pronóstico de cuándo se darían mayorías a favor del matrimonio igualitario en los diferentes estados. Su pronóstico era globalmente positivo, pues se basa en que el hecho de que el relevo generacional opera a favor. Con todo, en algunos lugares tardaría bastante en llegarse a esta mayoría. Y en concreto, Alabama y Mississippi serían los últimos estados en tener mayorías favorables. No en vano, el apoyo actual al matrimonio igualitario no pasa del 29,9% para Alabama y del 25,9% para Mississippi.

Ante esta predicción, el programa The Daily Show envió a Al Madrigal a estos dos estados para grabar las reacciones a la presencia de dos actores que se hacían pasar por una pareja gay. El resultado fue que no hubo reacciones en contra e incluso se produjeron varias reacciones positivas. El vídeo incluye aplausos a una petición de matrimonio en un local público, que se escenificó tanto en Alabama como en Mississippi.

Está claro que este experimento televisivo tiene un valor muy relativo y que en modo alguno puede desmentir los datos sociológicos y los resultados de los referendos. Habría que ver además en qué partes de esos estados se realizó, pues la geografía ideológica cambia mucho según se trate de condados rurales o urbanos. Los actores representaron además a una pareja de apariencia muy “masculina”. Hubiera sido interesante ver las reacciones con personajes con pluma, que hubiesen desafiado la visión tradicional de la masculinidad.

Con todo, en el sur de Estados Unidos el conservadurismo y la fe religiosa integrista no son precisamente motivo de vergüenza que se deba esconder. Y desde luego el discurso de odio predicado se extiende a todas las personas LGTB. Se puede presumir, más bien, que es el apoyo a las personas LGTB y sus derechos lo que puede generar rechazo. En este ambiente, que se preste públicamente apoyo a una pareja del mismo sexo y que su presencia no desencadene muestras evidentes de rechazo es significativo de que algo se mueve también en los lugares aparentemente menos proclives.

Os dejamos con el vídeo: