La fiscalía rebaja la gravedad de la brutal agresión homófoba de Florencia

Según informa la web de Arcigay, el colectivo que agrupa a las principales organizaciones LGTB italianas, la fiscalía de Florencia considera a día de hoy que la brutal agresión de la semana pasada a un joven gay «no fue un acto premeditado». Y ello a pesar de que, según coinciden todas las informaciones aparecidas hasta la fecha, los dos presuntos agresores esperaron pacientemente a que el joven abandonara el local de ambiente para seguirlo y propinarle la paliza.

Es más, parece que el segundo de los agresores podría ni siquiera ser acusado, al pensarse que no participó directamente en la agresión, sino que solo fue testigo y en un momento determinado pudo haber intentado detenerla. Una agresión que le causó al muchacho gay, de 26 años, graves fracturas maxilo-faciales, por las que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, además de otras lesiones. Al parecer, uno de los puntos por los cuales los investigadores se han interesado es por si el joven pudo haber intentado algún tipo de «acercamiento» a los agresores, algo que el agredido ha negado (no es difícil intuir que esa puede ser una de las líneas de defensa del agresor).

Recordemos que ambos individuos fueron detenidos hace tres días. Luca Campanoni, el agresor principal, de 32 años, es al parecer un trabajador de la construcción natural de Legnano, en el norte de Italia. El hombre que le acompañaba cuenta con 33 años. Como adelantábamos hace unos días, los dos sujetos abordaron a la víctima a la salida de un bar de ambiente gay en el que ellos mismos habían estado y del que habían sido expulsados por su actitud agresiva hacia los clientes tras, entre otras cosas,  identificarse como “heterosexuales».