Elio Di Rupo, abiertamente gay, se perfila como nuevo primer ministro de Bélgica

Cuando Bélgica ha cumplido ya un año sin Gobierno, el socialista francófono Elio Di Rupo, abiertamente gay, se perfila como probable primer ministro tras renudarse las negociaciones entre los partidos belgas, ocho de los cuales han decidido dejar fuera de juego a los separatistas flamencos. Di Rupo (que ya hace un año era principal candidato a encabezar el Gobierno) se convertiría así en el segundo Jefe de Gobierno abiertamente homosexual del mundo, tras la islandesa Jóhanna Sigurðardóttir.

A lo largo del último año se han sucedido las negociaciones entre los partidos belgas, divididos tanto por su línea ideológica como por su pertenencia a una de sus dos comunidades principales, la flamenca (de habla holandesa) y la francófona. El partido con mayor representación parlamentaria es la separatista Nueva Alianza Flamenca (N-VA, derecha populista), dispuesta a apoyar a un primer ministro valón a cambio de mayores poderes para Flandes. En la práctica, las exigencias de la N-VA han producido un bloqueo político que parecía no tener fin, hasta que ahora ocho partidos han decidido negociar un Gobierno que les deja fuera. Entre ellos están los democristianos flamencos, tradicionalmente la principal fuerza política de Flandes, que hasta ahora se negaban a formar parte de un Gobierno en el que no estuvieran representados los separatistas, y que aseguran la mayoría parlamentaria suficiente. A diferencia de los anteriores intentos, en esta ocasión el acuerdo parece probable.

Hijo de inmigrantes italianos, doctor en Química y conocido por su afición a llevar pajaritas rojas, Elio Di Rupo ha sido presidente del Partido Socialista francófono belga desde hace más de una década. Fue Ministro de Educación de la Comunidad francesa de Bélgica entre 1992 y 1994, antes de llegar a ser Vicepresidente primero del Gobierno federal. Desde 1999 a 2007 fue Presidente de Valonia.

Di Rupo haría historia convirtiéndose en el primer Jefe de Gobierno abiertamente homosexual de la Unión Europea y segundo del mundo, tras la islandesa Jóhanna Sigurðardóttir.